El futbolista portugués Cristiano Ronaldo, estrella del Real Madrid, acudirá este lunes a las 11.30 hora española al Juzgado de Instrucción número 1 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) para declarar como investigado ante la denuncia presentada por la Fiscalía en la que le acusa de defraudar a 14,7 millones de euros (17,3 millones de dólares) a la Hacienda Pública.
La comparecencia judicial se produce en fase de instrucción y, por lo tanto, tal y como se establece en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, se realizará a puerta cerrada. Ante la expectación creada y para evitar desórdenes de orden público, la zona de acceso permanecerá vallada. Tras su salida del Juzgado, Cristiano tiene previsto hacer una declaración oficial a los medios de comunicación.
De qué se acusa a Cristiano Ronaldo y su estrategia
Según la denuncia, la Fiscalía acusó a Ronaldo de crear una estructura societaria para defraudar de forma "consciente y voluntaria" a la Hacienda Pública española y le imputa cuatro delitos cometidos entre 2011 y 2014, que suponen un fraude de 17,3 millones de dólares. En detalle, las cuotas defraudadas son de 1,63 millones en 2011, 1,94 en 2012, 3,75 en 2013 y de 10 millones en 2014.
La Justicia asegura que Ronaldo presentó en su declaración que obtuvo 13,5 millones de dólares, cuando las rentas verdaderamente obtenidas fueron de casi 50 millones.
El despacho de abogados Baker & McKenzie, que asesora a Cristiano desde que tuvo conocimiento de la denuncia, basará la defensa del futbolista en diferencias de criterio sobre la valoración de los derechos de imagen obtenida en España. Atrás quedó la primera justificación propuesta por su agente Jorge Mendes, que consistía en desmentir la relación entre Cristiano y la estructura offshore que gestionaba su imagen desde Irlanda y el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas. Nadie se creerá que Cristiano no sabe lo que firma.
El problema en el caso de Ronaldo, que comenzó hace 13 años con su salida del Manchester United y la llegada al Real Madrid, recae en la existencia de tres empresas a las que el delantero cedía sus derechos que carecían de actividad en un paraíso fiscal establecido en las Islas Vírgenes Británicas.
"Cristiano se mantiene firme y no le importará llegar hasta el final, incluso afrontando un juicio contra el Estado, para defender su inocencia. No pactará ni bajo amenaza o riesgo de cárcel", según informó el diario AS, que se basa en diálogos con "fuentes muy próximas" jugador.
De esta forma, Cristiano acudirá al juzgado en calidad de investigado. Si los jueces consideran que existen indicios de delito, el portugués será acusado. Si la Fiscalía y la Hacienda Pública presentan una acusación formal y la juez decide procesar a Cristiano, habrá un juicio, una sentencia y CR7 podría ser condenado a prisión.
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