La joven británica de 22 años Lauren Richmond reveló unas escalofriantes fotos en las que aparece cubierta de sangre, producto de una brutal golpiza de su ex novio, el jugador de cricket Jordan Greaves, quien la golpeó sin piedad mientras manejaba alcoholizado.
En su cuenta de Facebook, Richmond decidió compartir las imágenes y explicó cómo era la convivencia: "Trataba de decirme qué usar y no me permitía tener amigos varones".
Lauren conoció al jugador de Skelmanthorpe en 2015, mientras disfrutaba de sus vacaciones y trabajaba como socorrista. "Era amable y cariñoso y estábamos muy enamorados, todo era tan perfecto", señaló en su cuenta de Facebook. Posteriormente ella se instaló en Huddersfield, donde vivía su prometido, y desde entonces, comenzó a ver un cambio en él: "Empezó a ser muy obsesivo sobre mí y mi vida".
"Comenzó con pequeños comentarios sobre la ropa y la cantidad de make up que usaba. Se puso y peor hasta que no pude hablar nunca más con mis amistades masculinas", relató en sus redes sociales: "Tuve que renunciar a mi trabajo por tener un gerente masculino".
"Solía trabajar en Starbucks y él se sentaba afuera y me veía. Sabía que estaba mal seguir en una relación con él, pero siempre me dijo lo que quería escuchar: 'lo siento' 'no volverá a suceder'".
"Después de intentarlo de nuevo, las cosas estaban mejor y pude ver un cambio. Estuve con él cinco días antes de que me atacara de nuevo", detalló la mujer.
Aquella noche del 1 de mayo Greaves, de 23 años, había tomado de más junto a sus compañeros de equipo tras salir victoriosos de un encuentro. Decidió subirse al auto, a pesar de tener casi el doble del límite de alcohol.
Al salir del bar "Boot and Shoe Inn", y ya arriba del automóvil, Lauren Richmond trató de detenerlo pero éste reaccionó con repetidos puñetazos mientras ella pedía ayuda a gritos. Sufrió múltiples cortes y moretones durante el ataque que solo terminó cuando ella pudo salir por la ventana.
Hace pocos días Lauren logró llevar su caso a juicio en la Corte de Magistrados de Kirklees: "Lo más importante para mí fue que él lo admitiera después de todo este tiempo. Significó el cierre para mí".
El jugador de cricket abonó USD 326, fue sentenciado a 180 horas de trabajo no remunerado, se le prohibió conducir durante 20 meses y recibió una orden de restricción.
Al momento de revivir el ataque se lamentó: "Fue asqueroso. Era vil. Ni siquiera podía reconocerme en el espejo. Todavía tengo pesadillas. Si salgo por mi cuenta, sigo temiendo que vaya detrás de mí".
La camarera de Starbucks, quien se mudó a Midlands desde el ataque, advirtió a todas las mujeres que pasen por relaciones abusivas: "Vete ahora! Tuve suerte, pero podría haber sido mucho peor si me hubiera atrapado en el lugar equivocado. Estoy tan agradecida con el apoyo que he tenido y ahora es el momento de seguir adelante"
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