Boris Becker fue declarado en bancarrota en junio de este año y desde entonces se ha ido conociendo cómo el ex tenista despilfarró una fortuna con la que pocos deportistas pueden soñar.
Esta semana, su ex socio, Hans-Dieter Cleven, contó en una entrevista al diario alemán Bild detalles de los manejos del ex número 1 del tenis.
Según afirmó el empresario, Becker comenzó a pedir préstamos sin consultarle y como garantía utilizó bienes propios y de su familia, como la casa de sus padres en Leimen, Alemania, que finalmente hipotecó para saldar deudas.
Además, contó que la última vez que hablaron cara a cara fue en 2015, luego de una audiencia en la que el ex tenista le ofreció una finca en Mallorca, pero su respuesta de aquel entonces fue concreta: "Ya me pertenece". La misma la había conseguido tras haberse hecho cargo de una serie de multas y deudas que el ex tenista tenía sobre la propiedad.
En 2008, el ganador de seis Grand Slam llegó a acumular deudas por un total de USD 20 millones y decidió darle todos sus activos a Cleven como garantía, entre los que se destacan la casa de su madre de 81 años, Elvira Pisch, una negocio de venta de autos en Alemania y hasta el departamento de Londres en donde vive su hija de 17 años, Anna Ermakova, junto a su madre.
Actualmente la deuda de Becker alcanzó los USD 41 millones, por lo que un tribunal de Londres lo declaró en bancarrota. Según informó la prensa alemana, el conflicto económico fue a causa de algunas cuestionables inversiones en la industria petrolera de Nigeria, en las que el ex deportista de 49 años habría perdido poco más de USD 130 millones.
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