Wimbledon vivió este jueves uno de sus momentos más impactantes del certamen, cuando el pánico se apoderó del court 17 en el que estaban disputando su partido la estadounidense Bethanie Mattek-Sands y la rumana Sorana-Mihaela Cirstea.
Cuando la norteamericana quiso emprender un sprint para llegar a la pelota, su rodilla derecha no le respondió, se dobló y la tenista de 32 años terminó revolcándose de dolor en el suelo.
Quien podía suponer que aquello era solo un percance y no una lesión de gravedad, comprendió que estaba equivocado al oír los desgarradores y escalofriantes gritos de dolor de Bethanie Mattek-Sands.
"Ayúdenme por favor", repitió en varias oportunidades la blonda, mientras continuaba tirada en el césped y entre lágrimas, a la vista de los espectadores y de su rival, Sorana-Mihaela Cirstea, quien atónita por lo sucedido cruzó la red para ayudarla.
Finalmente un equipo médico ingresó al campo y la jugadora fue trasladada en ambulancia a un hospital. Aún se desconoce el grado de la lesión, pero por lo visto en el verde césped su recuperación no será sencilla.
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