El desnudo de Serena Williams embarazada para Vanity Fair

La tenista de 35 años posó sin ropa para la revista estadounidense tras anunciar el pasado abril que estaba esperando un hijo

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Serena Williams se desnudó y
Serena Williams se desnudó y mostró su embarazo en la portada de ‘Vanity Fair’

La tenista estadounidense Serena Williams, de 35 años, momentáneamente retirada del circuito femenino de tenis, será la protagonista de la portada de agosto de la revista Vanity Fair, donde ha posado completamente desnuda para enseñar el avanzado estado de embarazo.

Como alguna vez lo hicieron otras celebridades, como las actrices Demi Moore y Monica Bellucci, Serena eligió la portada de Vanity Fair para retratarse totalmente desnuda por la reconocida fotógrafa Annie Leibovitz y lucir el embarazo de su primer hijo, que lleva seis meses de gestación.

La portada de agosto de
La portada de agosto de ‘Vanity Fair’, con Serena Wiliams embarazada

Williams muestra con orgullo su embarazo, que fue anunciado el pasado mes de abril, a través de las redes sociales, cuando publicó en Snapchat una imagen tomándose el vientre con el mensaje "20 semanas". Al revelar su secreto, se supo que Serena ganó el Abierto de Australia con un embarazo de dos meses.

Este será el primer hijo de Serena Williams, actualmente ubicada en el cuarto puesto de la clasificación WTA, quien se comprometió el pasado mes de diciembre con el empresario Alexis Ohanian, cofundador de la red social Reddit.

En el reportaje, Serena Williams confesó que su futuro marido no había visto ni un solo partido de tenis hasta que la vio jugar a ella, y dio detalles de cómo se enteró de que estaba embarazada: en la semana previa al Australian Open sintió que no estaba físicamente como siempre, y su amiga Jessica Steindorff, productora de cine, le sugirió que hiciese un test de embarazo.

"Lo hice para demostrar que estaba equivocada y porque era divertido. ¿Por qué no? Como una broma", recuerda Serena.

Además, reveló que estaba convencida de que daría negativo y se acordó horas más tarde de mirar el resultado. Cuando vio que era positivo, no podía creerlo. "Pensé 'oh Dios mío, no puede ser. Tengo que jugar un torneo. ¿Cómo voy a jugar el Abierto de Australia?'. Me había planteado ganar Wimbledon este año", explicó.

Tras ese análisis, "obligó" a su amiga Jessica a comprar otras cinco pruebas de embarazo en la farmacia. Lógicamente, todas dieron positivo.

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