Adalberto Peñaranda resumió en un minuto toda la esperanza y la desilusión de Venezuela una vez que el árbitro de la final del Mundial Sub le concedió un polémico penal del que se hizo cargo, por una falta de Jake Clarke-Salter que no fue tal. El propio delantero del Málaga se hizo cargo de la ejecución pero su disparo fue contenido por el arquero Freddie Woodman.
La jugada ocurrió a los 72 minutos de juego, cuando Inglaterra ganaba 1 a 0, y Peñaranda logró meterse entre los defensores europeos rumbo al área para ir en busca de un preciso pase en largo de Samuel Sosa Cordero y, al querer recortar hacia el medio cayó desplomado, movimiento suficiente para engañar al árbitro del partido, el holandés Björn Kuipers, quien sentenció el penal con algunas dudas.
El fallo fue protestado por los jugadores ingleses, incrédulos ante la decisión del juez, quien no pidió la asistencia del VAR, el sistema de revisión de jugadas, pese al reclamo de los jugadores que se vieron afectados.
Luego Peñaranda, de 20 años, tomó la pelota, disparó al medio pero sin la suficiente potencia y Woodman tapó con su mano izquierda dando rebote, el que el delantero del Málaga fue a buscar pero que rápidamente fue neutralizado por Clarke-Salter y finalmente rechazado por Fikayo Tomori.
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