Después de ganar la Copa nacional y de volver a colocarse en lo más alto de Dinamarca, el FC Copenhague fue parte de una celebración que dio la vuelta al mundo.
El equipo de Stale Solbakken le ganó por 3-1 al Brondby, quien supo ser su inmediato perseguidor en la Superliga danesa. En los festejos, le entregaron el trofeo a un grupo de fanáticos.
Tras el triunfo y la obtención de la Copa, el defensor Mathias Jorgensen se encargó de darle su medalla y el trofeo a un grupo de fanáticos para que celebren junto a él.
Tras recibirlo, el aficionado comenzó a hablar con un compañero, el cual se encargó de llevárselo a un seguidor en particular.
Después de correr por las gradas llegó a su destino. Le entregó la Copa a un hombre en silla de ruedas, quien estaba acompañado por un asistente, ya que tenía evidentes problemas de movilidad.
Los dos hombres lo ayudaron, y juntos levantaron el trofeo mientras todo el estadio aplaudió y festejó con ellos, incluso los jugadores. La felicidad de aquel aficionado se reflejó en su rostro.
Con la victoria y la obtención del título liguero, el Copenhague consiguió el "doblete" para ser el dueño de Dinamarca. Fue la decimosegunda vez en la que lograron hacerse con la Superliga.