Aquella mañana en Varsovia, Dario Scuderi vivía un sueño. El día anterior, él y sus compañeros del equipo reserva habían viajado en el mismo avión que las estrellas del Borussia Dortmund, que debutaban en la Champions League ante el Legia. Compartieron trasporte con sus ídolos porque disputaban su primer partido de la UEFA Youth League de visitante ante los juveniles del club polaco. Scuderi revisó su correo electrónico y encontró una gran noticia. Roberto Baronio, seleccionador sub-19 de Italia, lo convocaba para disputar un amistoso ante Portugal en octubre. Aquel 14 de septiembre de 2016, el día había comenzado de forma grandiosa para un chico de un futuro prometedor.
Sin embargo, todo se derrumbó en un instante. Iban 15 minutos de partido, el Borussia Dortmund ya ganaba 1-0. El Legia atacaba por el centro y la defensa alemana retrocedía a toda velocidad. Scuderi, que defendía por la izquierda, vio pasar el balón delante suyo tras pase filtrado. Su rival recibió con éxito y entró al área. Él corrió hasta alcanzarlo, pero cuando quiso quitarle la pelota, su pierna se trabó con el césped y se torció la rodilla. Sufrió una de las lesiones más espeluznantes que se hayan visto jamás. A medida que sus compañeros y los médicos se acercaban, no podían evitar tomarse la cabeza. La posición en la que había quedado su pierna era completamente antinatural.
"Intentaba mover un dedo, algo, pero me di cuenta de que no sentía nada. Ni la manta tapándome, ni la mano del médico", admitió meses más tarde el defensor italiano en una entrevista con Der Westen.
Sus compañeros ganaron 2-0 aquel trágico partido, pero el resultado quedó en una simple anécdota. Todos jugaron pendientes de Dario Scuderi, que fue llevado de inmediato al centro médico de Varsovia. Allí comenzó una pelea que parece eterna, pero que él está dispuesto a afrontar. Un obstáculo gigante en su camino al fútbol de élite, un sendero que pretende retomar cuando sea posible.
Ocho cirugías en 10 días y a la espera de la novena
Su rodilla quedó destruida. Aquel desafortunado cambio de dirección en el que su pierna quedó atascada en el césped, le provocó múltiples roturas y lesiones. Sufrió fracturas en el ligamento anterior, en el ligamento cruzado posterior y el ligamento lateral, además de la rotura del menisco. "Cuando lo recibí, me di cuenta de que era la lesión más grave que uno podría imaginar. Todo estaba dañado. Huesos, músculos, tejidos y tendones", explicó Michael Strobel, uno de los más reputados especialistas ortopédicos de Alemania, contratado por el Borussia Dortmun para supervisar las cirugías de Scuderi y estar a cargo de su evolución.
Al joven italiano tuvieron que operarlo en tiempo récord. Pasó por el quirófano siete veces en siete días consecutivos. Una semana completa de cirugías en su rodilla izquierda, ya que había un problema grave con los nervios: la inflamación le había producido una obstrucción en el flujo sanguíneo y corría riesgo de sufrir un síndrome compartimental, que a la larga puede derivar en la amputación de la extremidad.
El Dr. Strobel y su equipo salvaron la pierna del joven futbolista en las operaciones quirúrgicas de esa semana. Dos días después de la última, fue intervenido por octava vez en Múnich, para reparar los músculos. "La próxima cirugía será en agosto", aseguró el propio Scuderi en diálogo con el portal Ruhr Nachrichten el pasado mes de marzo.
Apoyo del Borussia Dortmund y de estrellas del fútbol mundial
Meses después del infortunio, Dario Scuderi fue invitado por Hans-Joachim Watzke, director general del Borussia Dortmund, a un partido del primer equipo en el Signal-Iduna Park. El CEO le aseguró el jugador que se recupere con total tranquilidad y que no tema por su futuro, ya que el club iba estar siempre a su lado.
Los jugadores de la cantera del elenco de Dortmund también dieron una muestra de su solidaridad con el jugador italiano. Se juntaron en el campo de entrenamiento en que está ubicado en la localidad de Brackel y se tomaron de las manos para formar un mosaico de cinco letras: D-A-R-I-O. Debajo había un frase que identifica al club alemán: "Nunca caminarás sólo".
Pero al mismo tiempo, muchas figuras del fútbol le enviaron mensajes a través de las redes sociales y le desearon una pronta recuperación. Futbolistas de la talla de Neymar, Andrea Pirlo o Thiago Alcántara, le dedicaron unas palabras de apoyo.
Un futuro de lucha constante
Han pasado ocho meses de su aterradora lesión. A Scuderi le espera una cirugía en agosto y los especialistas sostienen que necesitará por más de un año para que la recuperación sea absoluta. Su movilidad es muy buena, se lo ve en sus redes sociales siempre de pie, incluso dando toque en el aire al balón. Pero vive con una cabestrillo en su rodilla, se transformado en un elemento fundamental para su vida cotidiana. Lógicamente, no puede jugar al fútbol en esas condiciones.
A pesar del contar con el apoyo incondicional del Borussia Dortmund, desde los jugadores a directiva, es muy difícil que Dario Scuderi pueda retomar su carrera profesional, que estaba bastante avanzada. Era uno de los proyectos más interesantes en la cantera del Borussia Dortmund, una de las academias más importantes de Alemania. También era habitualmente convocado para jugar en la selección juvenil de Italia. Cualquier futbolista juvenil querría jugar en un equipo de prestigio y representar a su país. De hecho, si no fuera por aquella aterradora lesión, quizás Scuderi estaría ahora en Corea del Sur para jugar el Mundial Sub-20 con la Azzurra.
Que llegue a jugar al fútbol como entretenimiento, como si fuera un hobby, sería un éxito absoluto desde el punto de vista médico. Aunque él, se niega a colgar las botas a sus 19 años. Conserva la esperanza. El brillo de sus ojos todavía está allí. La pasión por el deporte sigue intacta. Su ambición por volver a pisar el césped, disputar un partido y conseguir títulos no se apagará tan fácil. A Dario Scuderi no le alcanza con haber llegado al umbral. Se niega a retirarse. Aún está sediento de gloria, quiere ser futbolista profesional. Ese es su sueño.
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