Un gran gesto de Fair Play tuvo lugar en uno de los clásicos más calientes del fútbol brasileño, cuando el joven futbolista del San Pablo Rodrigo Caio le advirtió al árbitro que el jugador del Corinthians no merecía ser amonestado.
A pesar de la sinceridad del paulista, los locales cayeron por 2-0 en el partido de ida de la semifinal del Campeonato regional. El 23 se volverán a ver las caras.
A cinco minutos del final del primer tiempo un pisotón a Renan Ribeiro, arquero del San Pablo, hubiera desatado una polémica que supo evitar el joven defensor de 23 años.
Después de un pase largo que buscaba al delantero Jo, el oriundo de Dracena intentó cubrir el balón para que pueda atraparlo su arquero. Pero tras un empujón del atacante, producto de la velocidad con la que venía, Caio terminó pisando violentamente a su compañero.
Al estar lejos de la jugada y mal ubicado, el árbitro Luiz Flavio de Oliveira no dudo en sacarle la tarjeta amarilla al autor del único gol hasta el momento. A pesar de las suplicas y las explicaciones, el colegiado ya había tomado una decisión.
Sin embargo en un acto de sinceridad, el central del tricolor se acercó y explicó lo que realmente había sucedido. Con esa aclaración el juez del partido comenzó a hacer señas a su asistente para que anule la tarjeta y, posteriormente, aplaudió al jugador.
"Felicitaciones a Rodrigo Caio. Tuvo actitud de hombre", aseguró Jo, mientras que Roberto de Andrade, presidente del Corinthians, le agradeció al defensor por su actitud.
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