El escándalo del portero del Sutton United y su sándwich: vínculos con apuestas y pedido de renuncia

Se trata de Wayne Shaw, el guardameta de 45 años que pesa más de 120 kilos y que pasó a la fama tras comer un emparedado en pleno partido de FA Cup ante el Arsenal

Guardar
El Sutton United le pidió
El Sutton United le pidió al portero Wayne Shaw que renuncie por haber quedado implicado en apuestas deportivas (Reuters)

Su imagen recorrió el mundo y alcanzó una fama de nivel global. Cuando Wayne Shaw, el pintoresco portero del Sutton United que tiene 45 años y pesa más de 120 kilos, comió un sándwich en pleno partido de octavos de final de la FA Cup ante el Arsenal, se transformó en lo más comentado de las redes sociales.

Pero aquel momento, que ocurrió en el minuto 82, cuando el Arsenal ya ganaba 2-0, se transformó en un escándalo: el club le pidió que renuncie porque estaría vinculado a apuestas deportivas.

"Wayne Shaw ha renunciado a su cargo en Sutton United tras los acontecimientos de la noche anterior y su posterior publicidad. Él ha dicho que 'entiende plenamente la posición del club respecto a este asunto'. Nos decepciona, naturalmente, que el ciclo de Wayne deba terminar de esta manera y nos gustaría darle las gracias por su contribución al club y le deseamos lo mejor para el futuro", escribió el Sutton en un comunicado.

La Federación Inglesa (FA, por sus siglas en inglés) descubrió que una casa de apuestas pagaba 8 libras por cada una apostada a que Shaw se comería un tentempié durante el partido. La FA y la Comisión de Apuestas del gobierno británico están investigando la vinculación del portero con los hechos.

 
 

En una entrevista con la BBC, Shaw reconoció que había cometido un error: "A nosotros nos han dicho claro que las apuestas no están permitidas, como en el fútbol profesional. De ninguna forma lo que hice fue para poner a nadie en riesgo, ese no fue el caso. Sólo un poco de diversión y que yo estaba con hambre".

De esta forma, la anécdota del arquero que comió un bocadillo en pleno partido, ofreció entrevistas en sandalias, se tomó fotografías con los fanáticos en el bar del club en el entretiempo y limpió el banquillo con una aspiradora terminó de la peor forma: con negocios turbios y un despido.

LEA MÁS:

Guardar