El entrenador italiano Carlo Ancelotti se llevó un pésimo recuerdo de Berlín tras ser agredido una vez que finalizó del partido. Por esa razón, el entrenador decidió responderle con un gesto obsceno al aficionado que lo escupió.
Mostrar el dedo mayor ha generado unas cuantas polémicas, sea en estadios de fútbol o en el ámbito político -como la que desencadenó el año pasado el vicecanciller y líder socialdemócrata Sigmar Gabriel, al hacer ese gesto a un neonazi.
La ira de los fanáticos del Hertha estaba a flor de piel ya que el equipo local pudo haber ganado el partido, pero el Bayern Munich logró empatar 1-1 con un polémico gol en el minuto 96.
Ancelotti 'saluda' a la afición del Hertha tras ser despedido con insultos y escupitajos por empatar en el 96'. pic.twitter.com/PRHE2ISNpz
— La cara B del fútbol (@lacarab_futbol) February 19, 2017
"Sí, lo he hecho, pero me han escupido", se defendió Ancelotti después de levantar el dedo mayor hacia la afición local. "Señalaré esta fecha en el calendario. La primera vez que vengo a Berlin y ha sido una bella experiencia", agregó con un tono irónico.
El caso más conocido es el del ex internacional alemán Stefan Effenberg, a quien mostrar el llamado "dedo pestilente", en dirección a la tribuna en el Mundial de 1994, le costó la expulsión fulminante y para siempre de la selección nacional.
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