Al término de la derrota por 3-0 de Veracruz ante Tigres en el inicio de la séptima fecha de la Liga MX, la violencia se hizo presente en las tribunas del Estadio Luis "Pirata" Fuente, hubo enfrentamientos entre los seguidores de ambos equipos. No obstante, las autoridades municipales de Boca del Río, Veracruz, informaron que no hubo detenidos de ninguna de las hinchadas.
Las brutales peleas se habrían ocasionado luego de que la aficionados de Tigres agredieran a los de los Tiburones Rojos, según el portal Univisión. Lo cierto, es que no había policías suficientes para detener los incidentes y la grada donde se ocurrió la pelea era resguardada por una empresa de seguridad privada, por lo cual no podían hacer ningún tipo de detención.
El saldo fue de cinco hinchas con heridas leves -dos aficionados de Tigres y tres de Veracruz- y un futbolista lastimado: Jonathan Espericueta, de Tigres, mostró en su cuenta de Twitter una profunda herida en el brazo.
Qué vergüenza esto no es futbol 😔 el partido se juega dentro de la cancha y no se gana peleando fuera de ella. pic.twitter.com/ihCrA1Wmbq
— Jonathan Espericueta (@Espericueta07) February 18, 2017
"Qué vergüenza, esto no es fútbol. El partido se juega dentro de la cancha y no se gana peleando fuera de ella", escribió el mediocampista que fue agredido por una botella que fue arrojada al campo de juego.
El brasileño Ricardo 'Tuca' Ferretti, entrenador de Tigres, intentó con sus jugadores -entre los que estaba el francés André-Pierre Gignac– calmar las aguas. En las imágenes se ve al DT enfurecido al percatarse de que las autoridades eran inoperantes, por lo que encaró a un policía de forma abrupta recriminándole su indiferencia.
Con la derrota, Veracruz quedó penúltimo de la tabla de descensos y podría ser último si Morelia consigue un triunfo en casa contra Toluca. Además, se espera que abone una multa económica y su estadio corre riesgo de ser suspendido.
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