Se llama Trashaun Willis. Mide 1,90 metros y pesa poco más de 80 kilos. No son tallas habituales para un estudiante de octavo grado, por lo que resulta lógico que se destaque en el deporte. Juega de quarterback para el equipo de fútbol americano de su escuela secundaria. También se destaca en la cancha de baloncesto, donde hace volcadas deslumbrantes.
A veces, cuando el tiempo se lo permite, corre carreras con vallas. O compite en el salto de altura. Evidentemente, ama el deporte.
Su historia no es la de una promesa adolescente de los Estados Unidos. Va más allá de la pasión por la competencia o los sueños de convertirse en atleta profesional. A los 14 años, Trashaun es un ejemplo de superación: nació solamente con un brazo.
Un problema mientras su madre estaba embarazada impidió que le creciera el brazo izquierdo del codo para abajo, pero no fue un revés en su vida atlética. Es uno de los jóvenes más destacados de la Washington High School, en la localidad de Washington, Iowa.
Como si convertirse en el mejor alero del equipo de baloncesto fuese poco, lleva anotados 22 touchdowns como mariscal de campo titular este año.
"Estoy acostumbrado a que me vean como un perdedor. Eso me hace trabajar más duro para hacerlo mejor y tratar de hacerlo mejor que cualquier otro", confesó al The Des Moines Register el propio Trashaun Willis, que también admitió que empezó a recibir muchos mensajes de aliento en su cuenta de Twitter.
@MaxPreps thanks for taking your time to write an article about me! You guys are great people! It means so much to me
— Trashaun Williams (@trashaunwillis) February 4, 2017
"Gracias por tomarse el tiempo de escribir un artículo sobre mí, son gente extraordinaria, significa mucho para mí", agradeció Trashaun Willis en Twitter.
Desde muy pequeño, Willis comenzó a practicar distintos deportes con su padrastro, Korrey Williams, y su hermano mayor, Jaivonn, quien nunca lo tuvo fácil cuando competían entre sí. "Con el tiempo, Trashaun comenzó a acostumbrarse a su situación física y a tomarlo como un reto. Eso lo convirtió en mejor persona y en mejor jugador", dijo su padrastro.
Él y la madre de Trashaun, Jennifer, quisieron esperar a que entrara en el cuarto grado antes de permitirle competir en los deportes escolares. Previamente, los duelos de garage con su hermano mayor lo aclimataron a jugar con chicos sin discapacidades.
Empezó en el fútbol americano, jugando de ala cerrada, pero pronto pasó a ser mariscal de campo. Cuando ingresó en el sexto grado, hace menos dos años, incursionó en el baloncesto, donde poco a poco perfeccionó sus habilidades y empezó a sorprender a sus rivales.
Tonight I witnessed an 8th grade basketball player with one arm dunk against my own team and even I wanted to celebrate…it was incredible!
— John Nagel (@JBagel24) February 3, 2017
"¡Esta noche fui testigo de un jugador de baloncesto de octavo grado con solamente un brazo que hizo una volcada contra mi equipo. Incluso yo quise celebrarlo, ¡fue increíble!", escribió un joven que enfrentó a Trashaun Willis.
Mark Berhow, su entrenador de baloncesto en Washington, habló sobre el asombro que generan sus apariciones en las canchas: "Él ha estado en el equipo hace un tiempo, así que creo que los entrenadores ya saben qué esperar. Pero también hay una gran cantidad de espectadores que tal vez no lo han visto nunca y lo miran más de una vez. Luego ven su tiro y reaccionan con bastante sorpresa".
Sus espectaculares volcadas son recientes. Su altura le permitió llegar al aro, algo que algunos de sus compañeros todavía no logran.
"Mi primera volcada fue hace un par de semanas. Fue muy bueno, todos estábamos muy emocionados. Cuando me elevo para hacer una volcada, siempre estoy pensando 'sólo por favor no falles, por favor no falles'. Es lo único que no quiero que suceda", explicó Trashaun Willis, lo que deja en claro que los límites solo están en la mente.
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