El caso del futbolista francés Lucas Hernández, jugador del Atlético Madrid que estuvo detenido por presunta agresión a su novia, derivó en juicio penal que se celebrará el próximo día 21 de febrero. La Fiscalía pide siete meses de prisión para el defensor y cuatro meses para su pareja. Ambos por presuntos delitos de maltrato.
Según el informe judicial que leyó el periodista José Ramón de la Morena en el programa "El Transistor" de la emisora Onda Cero, la noche del incidente comenzó con una cena de Lucas con amigos. El jugador recibió hasta 19 llamadas perdidas por parte de su novia, que pensaba que el zaguero francés la estaba engañando.
A las 2.30 horas de la madrugada del viernes 3 de febrero, Lucas Hernández, de 20 años, regresó a su casa y encontró a su pareja, con la que mantenía una relación desde hacía cinco meses, esperándolo afuera. Empezaron a discutir dentro del coche del jugador galo y luego fuera del domicilio, donde la conversación subió de tono y comenzó la pelea.
El altercado llegó al punto de que el futbolista salió con arañazos en la cara y ella con un golpe en la mandíbula, que "le produjo un hematoma, una contusión dorsal, un traumatismo torácico y laceraciones superficiales que sólo requirieron una primera asistencia y de las que se curó en cuatro días", según el documento judicial.
Por último, ella descargó su enojo con el vehículo del jugador, que sufrió ralladuras y golpes (valorados en casi 500 dólares según el peritaje).
El jugador alegó que los golpes de su pareja fueron por un forcejeo en el que ella cayó al suelo, versión que niega la defensa. Tanto el futbolista como su novia habían llegado a un acuerdo para no denunciarse mutuamente, pero la juez no lo ha aceptado y tienen una orden de alejamiento mutuo de 500 metros.
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