El imperio rodeado de carisma y acciones de caridad del legendario ex futbolista David Beckham podría desmoronarse después de que Football Leakes revelara una serie de mensajes entre él y su ex asesor de Relaciones Públicas, Simon Oliveira.
Según detalló el diario The Sun, el simpático ex mediocampista colaboraba con Unicef para lograr conseguir la Orden del Imperio Británico que lo condecoraría como "Caballero".
En los últimos años, la obsesión de la estrella de 41 años fue conseguir la insignia más alta que le pudiera otorgar la Orden británica. Pero tras haberse visto envuelto en un escándalo por una supuesta evasión de impuestos, el comité desestimó su candidatura.
Allí comenzó su fuerte vínculo con Unicef. Tras no poder evitar aquel problema, su asesor le propuso que -para mejorar su imagen- se comprometiese aún más con la organización para lograr ser condecorado.
En ese momento, según los mails que reveló el sitio web, David Beckham comenzaría a mostrar su doble cara. En los primeros mensajes entre el jugador y su asesor calificaba al comité de honores como "poco agradecido", rechazando cualquier insignia que esté por debajo de la que deseaba: "A menos que sea un Caballero", escribía el astro.
Por un lado se reunía con el ex primer ministro del Reino Unido, David Cameron, y le pedía más medidas para ayudar a los niños afectados por la malnutrición; y por el otro, expresaba su descontento hacia Katherine Jekins, que había conseguido una OBE en 2013: "Cantar en el rugby e ir a ver las tropas y tomar coca. Maldita broma", le decía a Simon Oliveira.
"Son un montón de… no esperaba nada menos. ¿Quién decide los honores?", disparaba el inglés, y agregaba: "Es una vergüenza ser honesto y si yo fuera estadounidense tendría algo así diez años atrás".
Del otro lado, la respuesta era positiva: "Esto nos da aún más razones para trabajar este año en Unicef, las fuerzas armadas y otros compromisos caritativos", y le aconsejó que "permaneciera positivo" en público, sin hacer chistes o comentarios críticos.
"No voy a pagar nada", contestó tajante el ex futbolista del Manchester United cuando le propusieron hacer un viaje a Indonesia en 2014 para un proyecto de la ONG.
La desesperación por convertirse en "Sir" Beckham se hacía una obsesión. Sin embargo, para el público continuaba haciendo visitas solidarias, como en Filipinas después de haber sido golpeada por el tifón Haiyan, o en Sudáfrica creando conciencia sobre los niños que viven con Sida.
Football Leakes continuó revelando mensajes del año siguiente. En 2015 se esperaba su confirmación para una cena caritativa de la organización. "Ni quiero acudir ni quiero contribuir con mi dinero", sentenciaba.
En ese mismo año, Olivieria le mandó otra invitación para acudir a los Premios AS del Deporte en Madrid, y un Beckham molesto contestó: "Si no se trata de la Orden del Imperio Británico, que le den".
"Unicef es decisiva para la marca y la vida de Beckham" y sin embargo para él no era más que "una carga", se quejaba uno de los asesores con Oliveira. "Lo único que hemos hecho es inventar acciones benéficas para que él quede bien", añadía.
"Acaba de firmar el mayor contrato de colaboración con una ONG que jamás ha firmado una estrella y hasta el momento no ha visitado ni uno de sus proyectos. Tiene que implicarse más", explicaba Oliveira a un colega sobre la poca motivación de su cliente.
El sitio web también reveló unos mensajes entre el asesor de la figura inglesa y la organización: "Todo lo que hagamos se tiene que adaptar a su agenda", le exigía.
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