Hasta uno de los mejores arqueros del mundo puede tener una mala tarde. Tal es el caso de Hugo Lloris, que falló en dos ocasiones en el partido que su equipo, el Tottenham, disputó ante el Manchester City por la Premier League. El francés propició las dos conquistas del elenco "Ciudadano", aunque sus errores fueron maquillados por el empate que consiguió sobre el final el conjunto de Mauricio Pochettino.
A los tres minutos del segundo tiempo, Lloris salió hasta el borde del área a despejar un pelotazo que había partido desde atrás de mitad de cancha, pero falló en el calculo, erró el cabezazo y le dejó servida la pelota a Leroy Sané, quien marcó el 1-0 para el City.
Solo cinco minutos después, el centro por lo bajo llegó desde la derecha, el arquero de la selección de Francia salió a embolsar al pelota pero esta se le escurrió entre las manos y Kevin De Bruyne, bien atento, la empujó al gol.
Parecía que los errores de Lloris sentenciarían la suerte del Tottenham en el partido pero las conquistas de Dele Alli y Heung-Min Son le dieron el empate al equipo de Pochettino y salvaron del papelón al francés.
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