Hace exactamente 48 años nacía Michael Schumacher, hombre que conquistó en siete oportunidades el campeonato de Fórmula 1 y se convirtió en una leyenda del automovilismo mundial.
Pero ni su gloria, fama o dinero pudieron evitar que el alemán sufriera un terrible accidente 29 de diciembre de 2013, cuando se encontraba esquiando en Los Alpes franceses. Aquel episodio derivó en una internación que comenzó en un hospital de alta complejidad y al día de hoy continúa en la mansión que su familia posee a orillas del lago Geneva, en Suiza.
Según las estimaciones, los costos de mantenerlo con vida ya han superado los 15 millones de dólares, cifra difícil de financiar sin la ayuda de varios patrocinadores.
Luego de tres años lejos de las pistas y con el blindaje mediático que llevan adelante sus seres queridos, el ex piloto de Fórmula 1 aún recibe el aporte económico de seis importantes compañías: la asesora alemana de economía Deutsche Vermögensberatung, la automotriz Mercedes–Benz, el fabricante de cascos Schuberth, la firma Hormann, productora de elementos de construcción, la empresa de relojes suizos Audemars Piguet y la compañía de agua mineral Rosbacher. Aunque las últimas dos han reducido los números del contrato.
Además, Schumacher sigue vinculado a las escuderías Ferrari y Mercedes–Petronas y a tres empresas familiares: Michel Schumacher Kart & Event Center, Mick Schumacher y CS Ranch, un emprendimiento de su esposa, Corina, vinculado al adiestramientos de caballos en Suiza y Estados Unidos.
Gracias al aporte de estas compañías, la familia aún puede sostener la costosa internación, que además de maquinas e insumos, incluye el trabajo de un equipo médico integrado por 15 personas que trabajan exclusivamente para el alemán.
Por otra parte, hubo tres sponsors que aportaban más de 5 millones de dólares que dejaron de invertir dinero, estos son Erlinyou, de navegadores GPS, la empresa de transportes Jet Set y la compañía de calzado y accesorios Navyboot.