Si bien los Juegos Olímpicos de Río 2016 terminaron oficialmente el 21 de agosto luego de una impresionante ceremonia de clausura, para miles de fanáticos, el certamen aún no ha llegado a su fin.
Según las denuncias, cerca de 10.000 aficionados continúan reclamando el dinero de tickets que jamás utilizaron y que devolvieron antes del inicio de las competiciones, como recomendaban los organizadores.
En total, se trata de 2,8 millones de reales (856.373 dólares), que debían haber sido reintegrados antes del 15 de octubre, pero según el Comité Organizador hubo una falla operativa que afectó a la devolución automática de compras hechas hace poco más de un año. Por ese motivo, se vieron obligados a pedir información a los casi 40.000 aficionados que entraban en ese perfil, lo que atrasó el tramite.
Sin embargo, los fanáticos aseguran que "lo que ocurre, en realidad, es falta de voluntad de su parte (la organización)" y sus versiones desmienten el hecho de que sólo se trate de un error en el sistema.
Se trata de 2,8 millones de reales (856.373 dólares), que debían haber sido reintegrados antes del 15 de octubre
Uno de los casos es el de Helton Rosa, quien gastó 1.900 reales (581 dólares) en entradas para ver los partidos de fútbol. Luego devolvió las que no le interesaban, por un tema de logística. Luego de tres meses de iniciado el reclamo por 900 reales (275 dólares) recibió un correo electrónico que le pedía nuevamente sus datos bancarios. "Les respondí, y después de un largo período me mandaron un correo electrónico diciéndome que no habían conseguido ingresar el dinero. Así que, hace un mes, envié otra cuenta, de otro banco, y todavía no me han respondido".
Un caso opuesto es el de Priscila Dias, quien recibió el doble del dinero que le correspondía y le pidieron que vuelva a depositar el excedente: "Yo respondí preguntando cómo quedaría la cuestión del retraso, así como las comisiones bancarias para realizar la devolución. Estoy esperando la respuesta hasta hoy".
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Por otra parte, el Comité Organizador mantiene una disputa judicial con 25 empresas que prestaron sus servicios durante los Juegos Olímpicos y los Paralímpicos y reclaman una deuda cercana a los 20 millones de reales (6,35 millones de dólares).