La constructora brasileña Andrade Gutierrez admitió la existencia de un cártel en obras de estadios del Mundial de fútbol 2014 en el país sudamericano, informó este lunes el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade).
"Hay indicios de que por lo menos cinco licitaciones relacionadas con obras de estadios de la Copa del Mundo fueron objeto de cártel, entre ellas el Arena Pernambuco, en Recife, y el estadio Maracaná, en Rio de Janeiro", precisó en un comunicado el Cade, con el cual la constructora firmó un acuerdo para colaborar con las investigaciones.
El sistema era sencillo: las empresas se distribuían las obras de acuerdo a su conveniencia y luego simulaban pujar en las licitaciones que ya habían sido acordadas de antemano.
El proceso es un desdoblamiento de la "Operación Lava Jato" (Lavadero de autos), la investigación que reveló una monumental red de corrupción enquistada en Petrobras.
La renovación de Maracaná costó casi 600 millones de dólares, el doble de lo presupuestado inicialmente
El Cade señaló que la confesión aportó indicios que involucran a otras empresas, como Odebrecht, Camargo Correa, Queiroz Galvao y OAS, todas ligadas igualmente al fraude en la petrolera estatal.
El arreglo para eliminar la competencia en las licitaciones de las obras comenzó en octubre de 2007 y se extendió hasta 2011, "momento en el cual fueron definidos todos los estadios en sus respectivas sedes", señaló el organismo.
Los convenios con el Cade permiten que la primera compañía que los suscriba voluntariamente no pague multas ni sufra penas a cambio de poner fin a ese proceder, confesar sus ilícitos y cooperar con las investigaciones.
Las restantes involucradas, de ser halladas culpables, enfrentan condenas administrativas que potencialmente pueden llegar hasta el 20% de su facturación bruta.
Con información de AFP