Caio Júnior estaba feliz. Tan feliz que sus palabras llenas de emoción brotaban de manera espontánea luego de haberle ganado la semifinal de la Copa Sudamericana al club argentino San Lorenzo. "Si muriese hoy, moriría feliz", dijo la noche del miércoles 23 de noviembre el director técnico del Chapecoense.
Hoy, esa frase provoca escalofríos. Las palabras recorren las redes sociales y conmueve por la sinceridad de la felicidad que transmitía Caio. El ex entrenador de Palmeiras, Grémio y Flamengo está entre las 71 víctimas mortales del vuelo de LAMIA en el que se trasladaba su equipo para disputar la final de esa copa ante Atlético Nacional de Medellín.
La carrera de Caio estaba en ascenso. Además de haber conducido planteles de jerarquía del fútbol brasileño, ahora estaba haciendo historia con el humilde Chapecoense, club pequeño del sur de Brasil. Su vida llegó a su fin hoy martes, en una de las tragedias aéreas más impactantes de la historia del fútbol.
Entre los sobrevivientes, estaba el arquero Danilo, quien luego falleció en el hospital. En tanto, los futbolistas Alan Ruschel, Jakson Follman y Helio Hermito Zampier sobrevivieron y están siendo asistidos. También se salvaron el periodista Rafael Henzel y la auxiliar de vuelo Ximena Suárez. El resto de los pasajeros y tripulantes perdieron la vida.
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