La bebida energética Red Bull, creada en la década del 80 y que actualmente vende cerca de 6 mil millones de latas al año, es conocida por auspiciar los eventos deportivos más extremos del mundo y a los deportistas que realizan hazañas que logran erizar la piel de cualquier aficionado.
Sin embargo, en los últimos años, la compañía fundada por el austriaco Dietrich Mateschitz ha decidido volcar sus inversiones en el mundo del fútbol. En este marco, el multimillonario llegó a Alemania con la intención de comprar algún pequeño club para convertirlo en una potencia europea.
Sin embargo, en lugar de abrir puertas, sus millones solo provocaron el rechazo de los fanáticos germanos, quienes no ven con buenos ojos que grandes compañías desembarquen en su fútbol. Si bien esta práctica es común en las principales ligas de Europa, los alemanes aún sienten una gran admiración y respeto por la tradición de los clubes.
El St Pauli, el 1860 Múnich y el Fortuna Dússeldorf, fueron las tres instituciones cuyos fans se negaron a aceptar la propuesta de Red Bull, hasta que en 2009 Mateschitz se aprovechó la crisis que agobiaba al SSV Markestadt, compró su plaza y fundó el RB Leipzig.
La Federación Alemana de Fútbol le prohibió bautizar al club con el mismo nombre de la empresa, por lo que su nombre oficial es Rasen Ballsport Leipzig, aunque su escudo es muy similar al de la popular bebida.
Con un proyecto ambicioso y una fuerte inversión en categorías inferiores, el club logró en siete años conseguir los cuatro ascensos necesarios para llegar a la Bundesliga y formar parte así de una de las ligas más importantes del mundo.
Cada victoria del RB Leipzig provocaba la algarabía del público y el enojo de los aficionados de otras instituciones quienes, al día de hoy, no toleran que un club sin tradición haya logrado el ascenso a la Bundesliga.
Entre los actos de repudio más significativos, se destaca el de la pasada temporada cuando los fans del Union Berlin se vistieron de negro y permanecieron en silencio durante los primeros 15 minutos de partido. Por su parte, los ultras del Dynamo Dresden arrojaron una cabeza de toro al campo de juego durante un partido hace apenas unas semanas. Pero el más repudiable acto fue el protagonizado por los seguidores del Erzgebirge Aue quienes exhibieron una pancarta comparando a Mateschitz con Adolf Hitler y a sus aficionados con nazis.
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De esta manera, el RB Leipzig, que en 7 partidos disputados en la Bundesliga acumula 15 puntos, está invicto y en zona de clasificación para la Champions League, se ha ganado el mote de "El club más odiado de Alemania".