Dos equipos de la segunda división catalana de fútbol fueron protagonistas de un insólito episodio. El Atlétic Prat y el Sant Joan Despí disputaban un partido parejo que, de pasar de un cero a cero en 80 minutos, terminó empatado en uno.
A veinte minutos del final, un jugador del Despí quedó lesionado y el equipo local decidió tirar la pelota hacia afuera para que pudieran atenderlo en una acción de "juego limpio".
Sin embargo, al reanudarse el partido, el conjunto visitante, en vez de devolver la gentileza, armó una jugada que terminó en 1-0 para el Sant Joan Despí, a 15 minutos del final.
"Que poca vergüenza, eso no se hace", gritaba el público local mientras, dentro del campo, comenzaban los episodios de violencia entre los futbolistas.
El encuentro se detuvo durante diez minutos y se reanudó una vez que las fuerzas de seguridad se asentaron en el lugar.
Ya se habían cumplido el tiempo reglamentario cuando se calmaron las aguas y, tras el lamentable episodio, los jugadores visitantes se dejaron convertir el gol del empate. El partido terminó igualado en uno, en el estadio Julio Méndez.
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