Una vez que la pelota acabó en el guante de su jardinero derecho, los Cleveland Indians salieron a festejar en el diamante y un silencio sepulcral se apoderó del estadio de Boston. Luego, lentamente, el público en el Fenway Park rindió homenaje al dominicano David Ortíz, quien jugó el último partido de su carrera, y lo ovacionó al grito de "¡Pa-pi!".
Mientras los Indios festejaban la victoria 4-3 sobre los Medias Rojas, que selló una barrida de tres juegos y el pase a la serie de campeonato de la Liga Americana, los fanáticos de los Red Sox pidieron la presencia de David Ortiz, quien regresó al terreno 10 minutos más tarde.
Los cánticos de "¡No nos vamos!" y "¡Gracias, Papi!" provocaron las lágrimas del toletero dominicano, de 40 años, quien se colocó en el montículo y empezó a saludar en todas direcciones tocándose el pecho.
"Esta noche, cuando caminé hacia el montículo, me di cuenta de que se había acabado. Era probablemente la última vez que caminaría como pelotero frente a la multitud. Y las emociones salieron otra vez", confesó Ortiz.
Así puso fin a una carrera de 20 años en la que fue actor clave en la conquista de tres campeonatos de la Serie Mundial para los Medias Rojas de Boston. Luego de batear 38 jonrones –la mayor cantidad de un jugador en su última temporada– Ortiz tuvo su emotivo adiós en las Grandes Ligas.
Con información de AP.