La Asociación Nacional de Fútbol Aficionado (ANFA) decretó rápidamente una dura sanción para el arquero Claudio Abarca, de General Velásquez, tras haberle fracturado la mandíbula en tres partes a su rival.
Aunque el futbolista dijo estar "muy arrepentido", después de la patada, decidieron suspenderlo por cuatro años. Un período de tiempo que prácticamente lo condena al retiro.
Además, se estableció una medida cautelar para que no pueda acercarse a Diego Díaz, de Estación Central, de la tercera división del fútbol chileno. Aunque la víctima intentó calmar las aguas diciendo que "son cosas que pasan en el fútbol".
"Me quitaron los cordones, el cinturón, la billetera, el anillo, todo. En la pieza había una banca y una cama de fierro, con un colchón bastante usado", comentó el agresor que pasó una noche detenido.
Finalmente, la institución optó por borrarlo de su plantilla. En la web, ya no aparece su nombre entre los arqueros disponibles para competir. Las redes sociales del club se llenaron de seguidores pidiendo la expulsión del jugador de su equipo.