El descanso previo a la competencia es fundamental para los deportistas, siempre y cuando pretendan tener un buen desempeño. Pero la clavadista brasileña Ingrid de Oliveira confiaba demasiado en su fortaleza física y eligió pasar la noche previa junto a otro deportista.
El hombre en cuestión es el remero Pedro Gonçalves, quien al parecer no pudo utilizar su habitación en la Villa Olímpica, por lo que ambos eligieron tener su encuentro amoroso en el cuarto de la deportista de 20 años.
Sin embargo, la compañera de equipo de clavadista, Giovanna Pedrosa, se negó a prestar su dormitorio y quiso convencerla de descansar, ya que al día siguiente debían competir.
La discusión entre la dupla que representaba a Brasil en saltos ornamentales terminó en pelea y finalmente De Oliveira logró su cometido y disfrutó de una fogosa y extensa noche junto a Pedro Gonçalves.
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A la mañana siguiente, las clavadistas tuvieron una pésima actuación y terminaron últimas en la clasificación, a pesar de haber llegado como candidatas a ganar la prueba, por haber conseguido la medalla de plata en los Jugos Panamericanos de Toronto 2015.