Las llaves de la ciudad y una disculpa a cambio de un canguro de peluche: el alcalde de Río de Janeiro pidió disculpas este miércoles a Australia por los problemas que enfrentó en la Villa Olímpica a su llegada al país.
"Es la única delegación que va a recibir las llaves de la ciudad, así que Río está abierta para los australianos", dijo el alcalde Eduardo Paes en un acto en la Villa junto a algunos atletas de la delegación oceánica.
"Vi los problemas, era el peor edificio, reconozco los problemas que enfrentaron. Quería venir aquí a ofrecerles una disculpa formal", añadió.
Al llegar a la Villa, el domingo, la delegación australiana se encontró con un edificio "inhabitable", con problemas eléctricos, de plomería y gas.
En los últimos días se han realizado pruebas en el edificio australiano y en el resto de los 3.600 departamentos de la residencia olímpica para que estén prontos para los Juegos, que arrancan el 5 de agosto.
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"Muy felices de estar aquí, felices por la Villa que nos proveen, por la ciudad hermosa, por su gente. Y esto es algo que notamos cuando llegamos y tuvimos desafíos, la pasión y el compromiso para ayudarnos", indicó por su parte Kitty Chiller, jefa de misión del equipo.
Desde el martes por la noche, atletas australianos comenzaron a instalarse en la Villa ya reparada. Chiller entregó al alcalde un canguro de peluche con guantes de boxeo y una camiseta del equipo australiano.
"Cuando no estén compitiendo contra Brasil, mi segundo país será Australia, así que ganen muchas medallas de oro. Por lo menos, los colores (de la delegación, verde y amarillo) son los mismos", expresó el alcalde, quien en medio de los problemas había dicho que pondría un canguro en la puerta del edificio de la delegación oceánica para que se sintieran en casa.