El base estadounidense aprovechó el receso de la temporada y sus vacaciones para cumplir el deseo de los niños que anhelan jugar algún día en la NBA.
Un grupo de jugadores liderado por Stephen Curry visitó un campamento de verano que albergaba a pequeños fanáticos.
El basquetbolista de 28 años golpeó la puerta y cuando los jóvenes preguntaron quién era, él se hizo pasar por un vendedor de galletitas. El primero en abrir fue el que más se sorprendió, a tal punto que "se desmayó" de emoción.
Los jugadores del conjunto de Oakland no pudieron contener las risas y después de unos segundos, la estrella del equipo se acercó para levantarlo y preguntarle si se encontraba bien.
Posteriormente fue el turno de las niñas, en otra habitación. Volvió a golpear la puerta y esta vez se encontró con tres chicas, dos vestidas con la ropa de los Warriors, saltando y gritando. El nuevo compañero de Kevin Durant las imitó entre risas para después saludarlas y cumplirles uno de sus sueños.