Tras varios meses de rumores acerca de una posible venta, finalmente este lunes se confirmó que la organización de artes marciales Ultimate Fighting Championship (UFC) pasa a formar parte del imperio de WME-IMG.
La compañía de entretenimiento adquirió UFC a cambio de 4.000 millones de dólares, gracias al apoyo económico del multimillonario de la industria informática Michael S. Dell y los gigantes del mercado financiero Silver Lake y Kohlberg Kravis Roberts.
"WME-IMG está comprometido a acelerar el proceso de expansión de UFC a nivel mundial", señaló Lorenzo Fertitta, quien junto a su hermano Frank deberán dejar de ser CEO de UFC, una vez concretada la venta, pero aún mantendrán acciones minoritarias en la empresa.
Los hermanos Fertitta adquirieron UFC en 2000, a cambio de 2 millones de dólares
Desde el año 2000, UFC ha crecido en escalas inimaginables: se convirtió en el mayor proveedor de Pay per View en el mundo, actualmente produce más de 40 eventos en vivo por año, llega a más de 150 países, es transmitido en 21 idiomas diferentes y cuenta con oficinas en Londres, Toronto, San Pablo y Singapur, además de su sede en Las Vegas.
Ahora, los Fertitta, quienes hicieron su fortuna en el mundo de los casinos, planean comprar una franquicia de la NFL y llevarla a Nevada.
Por su parte, Dana White seguirá siendo el presidente de UFC y se manifestó entusiasmado con la llegada de los nuevos dueños: "Estoy muy emocionado de trabajar con WME-IMG para llevar a este deporte al siguiente nivel".
Qué es WME-IMG
La compañía fue creada en 2014, cuando la empresa de administración de talentos William Morris Endeavor adquirió IMG por USD 2.400 millones, en busca expandirse a áreas como deportes y moda.
Actualmente,la firma reúne agencias de organización de eventos, publicidad y representación de celebridades, entre las cuales se destacan músicos como Rihanna, directores como Quentin Tarantino y J.J. Abrams, actores como Denzel Washington, Ben Affleck, y Tina Fey, atletas como Kobe Bryant y Maria Sharapova, y empresas como Mercedes Benz, Apple y la propia NFL.