LeBron James se ha convertido en un héroe en su propia tierra tras alcanzar el título de la NBA con Cleveland Cavaliers y romper así con una sequía histórica para la franquicia de Ohio, mismo Estado en el que nació el basquetbolista.
Sin embargo, no todas fueron alegrías para el hombre de 31 años, quien sufrió severas críticas por parte de la afición del flamante campeón, cuando éste decidió vestir la camiseta de Miami Heat.
Así quemaban las camisetas de LeBron James
En 2010, cuando LeBron confirmó la noticia de que abandonaría a la franquicia que lo vio nacer, decentas de fanáticos salieron a las calles para mostrar su ira contra The King.
Así, cientos de videos e imágenes de seguidores quemando camisetas con el número 23 inundaron Internet, y fueron las palabras del principal accionista de la franquicia Dan Gilbert, las que promovieron este tipo de acciones.
"Este escandaloso acto de deslealtad, que ha crecido en nuestro propio hogar, manda exactamente la lección opuesta de lo que queremos que nuestros hijos aprendan. Y de quién nos gustaría que llegaran a ser", señalaba el empresario en una carta, quien calificaba a LeBron de narcisista, auto-promocional y desertor.
Gilbert también dedicó unos párrafos para echarle la "Maldición de Cleveland", ciudad que estuvo más de 65 años sin ganar un título en ningún deporte: "Hasta que no haga el bien por Cleveland y Ohio, James (y el equipo en el que juegue) desafortunadamente portarán este terrible hechizo y mal karma".
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Sin embargo, aquella maldición no surgió efecto, porque en cuatro temporadas con los Heat, LeBron alcanzó dos títulos de NBA y fue elegido MVP en aquellas dos finales.
Tras su regreso a Cleveland para la temporada 2014/15, el propio Gilbert reveló una conversación que tuvo con su hijo en la que él le permitió volver a utilizar la casaca de The King.