Los cuartos de final de la Copa América Centenario se abrieron en el CenturyLink Field de Seattle. Como ninguno de los dos cuenta en su historial con el título continental, el partido disputado en Washington representó una gran oportunidad para ambos.
Durante los primeros movimientos, Ecuador intentó adueñarse del encuentro con la velocidad de Jefferson Montero y la creatividad de Christian Noboa. En cambio, Estados Unidos apostó por dos líneas de cuatro para dañar con los contragolpes comandados por Bobby Wood. A diferencia de lo que había demostrado en la fase de grupos, el entrenador alemán optó por otras opciones.
A pesar de su escaso juego, el dueño de casa logró ponerse en ventaja con la fórmula del ex campeón del mundo. Un pelotazo al delantero del Union Berlin, una descarga hacia Jermaine Jones y un cabezazo de Clint Dempsey sellaron el 1 a 0 para el delirio de los aficionados. El mismo día en que se jugó la final de la NBA, más de 40.000 personas colmaron el estadio para animar a The Stars and Stripes.
A partir de la conquista obtenida, EEUU empezó a generar triangulaciones que merecieron estirar la ventaja. Alejandro Bedoya, Michael Bradley y la figura de Nacogdoches le dieron vida al circuito ofensivo con lujos y pases profundos. De todos modos, los locales no se podían confiar porque la potencia de Michael Arroyo evitaba la resignación sudamericana.
En el inicio del complemento Antonio Valencia le pegó una patada descalificadora a Bedoya y Wilmar Roldan expulsó al volante del Manchester United. Lo que parecía garantizar la clasificación norteamericana se desvaneció cuando el colombiano también le mostró la roja a Jones por su reacción. Ambos con diez, el pleito seguía abierto.
De todos modos, un pelotazo profundo de John Brooks significó el pasaje a la siguiente instancia. El defensor del Hertha buscó al volante del Nantes, para que éste se asocie con Dempsey. El capitán improvisó en el área y tocó ante la salida de Alexander Domínguez; acción que le permitió a Gyasi Zardes completar la obra: 2 a 0.
Lejos de bajar los brazos, Ecuador descontó cuando quedaba poco más de 15 minutos. Una eternidad. El laboratorio de Quinteros le puso suspenso al cierre de la noche, dado que Walter Ayoví se hizo cargo de una pelota parada y Michael Arroyo gritó el 2 a 1. Los esfuerzos de Brad Guzan sirvieron para embellecer la escena.
El sufrimiento por evitar los penales paralizó los corazones de USA. Las instancias finales disputadas en el área norteamericana se vivieron con una intensidad brutal. La digna imagen que dejó la Tri debe ser un consuelo para el elenco que supo superar el difícil grupo de Brasil. En cambio, Estados Unidos cumplió con el objetivo de llegar a la semifinal, aunque para dicho compromiso no podrá contar con varios intérpretes fundamentales. Su destino dependerá del rival que le toque.
Por Fernando Taveira – ftaveira@infobae.com