Miles de feligreses se preparan para recibir al papa Francisco en la ciudad colombiana de Villavicencio (centro), donde este viernes celebrará una misa ante cerca de un millón de personas.
En el camino que conduce al Parque Catama de Villavicencio, donde el obispo de Roma oficiará la misa, centenares de personas acampan en un recinto deportivo.
Olimpo Cárdenas, coordinador de grupo, explicó a la agencia de noticias EFE que en total han llegado unas 600 personas de los departamentos de Arauca, Casanare, Boyacá, Meta, Cundinamarca, Antioquia, Santander, Valle del Cauca, Norte de Santander, Cauca y Nariño.
"Es gente de todo el país que ha venido a mostrar un mensaje diferente para que el mundo lo vea, aprovechando la presencia de la prensa mundial y también, claro, para ver al Papa", detalló Cárdenas.
Ese mensaje es el de "una paz más integral" y asegura que "participar es paz", un lema que han pintado en grandes globos que lanzarán entre la gente para que juegue con ellos mientras espera la llegada del Santo Padre.
Precisamente, entre los actos de este viernes del Sumo Pontífice, hay dos encuentros con víctimas del conflicto, con el fin de promover en el país la reconciliación tras más de medio siglo de conflicto armado.
En la calle que recorrerá el patriarca de la Iglesia Católica a bordo de su célebre papamóvil, también un grupo de mujeres ultima unas pintadas en la calle, que incluyen huellas para dar ese primer paso y lemas en favor de los derechos de la mujer.
Al frente del grupo está la secretaria de la Mujer de Villavicencio, Leyla Rosa Peña, quien explicó que han escrito un manifiesto por los derechos de las mujeres que esperan poder darle al obispo de Roma, si se para en su camino antes de llegar al último acto de la jornada.
"Analizamos lo que pasa con las mujeres y nunca en ningún país se lograba el ejercicio de visibilizar a las mujeres, por eso queríamos que esta visita del Papa fuera la oportunidad para las mujeres de Villavicencio y del mundo de decir que vamos a estar presentes", detalló Peña a EFE.
Tras recibir el manifiesto, espera que el Papa continúe su camino y pase bajo un arco que han pintado con mariposas, como símbolo de la libertad que tendrán si se impulsan los derechos igualitarios para las mujeres.
Curiosamente, en los alrededores del recinto de Catama no hay demasiados feligreses, si bien la actividad es frenética, mientras coordinadores y voluntarios se preparan para tener todo listo.
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