El pasado 6 de septiembre, el entonces procurador general de Brasil, Rodrigo Janot, disparaba una de sus últimas flechas antes de despedirse del cargo. Denunció a los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff; y al ex ministro Aloizio Mercadante de intentar entorpecer las investigaciones del Lava Jato.
Los detalles de la denuncia conocidos ahora revelan que, según Janot, las investigaciones lograron probar intercambios de mensajes y llamadas que mostraban que Rousseff alertó a la pareja de publicistas João Santana y Mónica Moura del riesgo de caer en prisión.
La denuncia va en sentido opuesto a lo que Dilma alegó el 12 de mayo de este año, cuando el contenido de la delación de la pareja se hizo público.
En ese momento, la ex mandataria divulgó una nota diciendo que "es fantasiosa la versión de que la presidenta electa informaba delatores sobre el progreso del Lava Jato". También afirmó que "causa aún más espanto la versión de que por medio de un supuesto 'mensaje enigmático' (extrañamente copiado en un ordenador personal), según la fantasía de los delatores, la presidenta había intentado 'avisarles' de una posible prisión".
Según la delación de Mónica Moura, ella y Dilma usaban el correo electrónico para conversar. Después de la lectura de los textos que se enviaban, los mensajes eran borrados. Con eso, evitaban el registro de los mismos.
La novedad es que, según Janot, las investigaciones "confirmaron diversas llamadas intercambiadas entre Mónica Moura y terminales en nombre de la Presidencia en el período de los hechos. La adopción de tales medidas permitió que Santana y Moura se percaten de posibles aprehensiones y arrestos".
Según Janot, los datos demuestran la existencia de tres correos electrónicos. Uno de ellos, en diciembre de 2015, según la delación de Mónica, decía: "Su gran amigo está muy enfermo. Los médicos consideran que el riesgo es máximo. Lo peor es que la esposa, que siempre cuidó de él, ahora tiene cáncer y con el mismo riesgo".
La delatora registró, en mayo de 2016, antes de caer presa, el contenido del borrador del e-mail que supuestamente había recibido de Dilma. En la denuncia que estaba bajo secreto, Janot afirma que "datos obtenidos confirmaron la existencia de los e-mails en cuestión".
De acuerdo a lo que publicó O Globo, el entorno de Dilma informó que su posición sigue siendo la misma expresada en una nota hace unos días. En ella, calificó la actitud del ex procurador general de "lamentable y sin fundamento". También dijo que las investigaciones se basaban en interceptaciones telefónicas ilegales.
LEA MÁS: