La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, reconoció este jueves que su segundo período de gobierno "no ha sido fácil" pero destacó las bases generadas para un desarrollo sustentable del país y advirtió por una posible "restauración conservadora" en las próximas elecciones de octubre, a ocho meses del fin de su mandato.
"Transitar hacia una economía sustentable no es aplicar unas ciertas medidas, o repetir conceptos técnicos del ámbito económico", explicó durante una conferencia en la Universidad Torcuato di Tella en Buenos Aires, Argentina. "Es dotarse de espacios y mecanismos reales para hacer factible estas deliberaciones y decisiones sociales que hacen de la economía un espacio inspirado en la realización de cada uno pero también de todos juntos", dijo.
"Queremos dejar atrás el individualismo como único motor de desarollo e incorporar las fuerzas de la cooperación y la solidaridad", agregó.
La mandataria destacó que encontrar un desarrollo sustentable "para todas las personas" y "hecho desde ellas" ha sido un desafío para su gobierno.
Desde su asunción en 2014 Chile ha tenido que lidiar con la caída del precio del cobre, su principal exportación, y los efectos en la economía, que a pesar de ostentar niveles comparativamente bajos de pobreza y desempleo en la región ha visto un estancamiento de la mejora de estos indicadores.
"La tarea, lo saben bien, no ha sido fácil. Pero tengo el orgullo de que hemos avanzado y que Chile tiene mejores bases en un sentido integral para decidir, construir y disfrutar de su desarollo", consideró.
En lo referido a las próximas elecciones, en las que su precedesor, el empresario Sebastián Piñera, domina las encuestas aunque con un margen reducido, Bachelet dijo haber "escuchado candidatos que han dicho que si llegan al gobierno quieren hacer lo que algunos hemos designado una restauración conservadora".
"Quieren cambiar las reglas del juego, y eso lo hemos visto en algunos países de la región y en el mundo", agregó.
Al respecto la mandataria defendió sus cambios en el sistema electoral, más representativo, y en especial su reforma educativa, que entre otras cuestiones ha establecido la gratuidad de la Universidad Pública para un grupo importante de alumnos, y la media sanción de la despenalización del aborto en tres causales ocurrida esta semana.
Pero advirtió también que este último caso aún enfrenta resistencia. "Por eso nunca la sustentabilidad política es al 100%. Hay temas en que no es factible llegar a un acuerdo, porque desde la ideología, o desde la religión o desde distintos puntos de vista hay diferencias, que son válidas", consideró.
El gobierno de Piñera, entre 2010 y 2014, vio el inicio de una serie de protestas estudiantiles en Chile reclamando, entre otras cuestiones, la gratuidad de la educación y la prohibición del afán de lucro en las instituciones. Estas manifestaciones también afectaron al mandato de Bachelet.
"El Chile que me tocó vivir en esta ocasión es bien distinto del Chile anterior. La sociedad chilena es en general una sociedad más empoderada, más conciente de sus derechos", dijo la presidenta, quien argumentó que debido al pasado de dictadura en Chile se le ha dado más importancia a los derechos que a las responsabilidades.
"A mí me parece muy bueno que los jóvenes se movilicen por los anhelos de un mejor país y una sociedad más justa. Lo que no justifico es cuando hay violencia asociada. Y cuando uno es joven uno lo quiere todo", consideró.
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