Una comisión parlamentaria recomendó el jueves archivar la denuncia de corrupción que podría costar el cargo al presidente brasileño, Michel Temer, aunque el informe debe ser votado aún en el plenario de la Cámara de Diputados.
La posición favorable al gobierno obtuvo 40 votos en la Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía (CCJ), contra 25 que querían encaminar a la corte suprema la denuncia formulada por el fiscal general.
La votación se realizó sobre el informe del diputado Sergio Zveiter, quien recomendaba darle continuidad a la acusación y permitir que el Supremo Tribunal Federal (STF) evalúe si lo elevaba a juicio.
La decisión del pleno de 513 diputados aún no tiene fecha definida, pero el gobierno de Temer busca acelerar los plazos y votarlo entre el viernes y el lunes, sobre el filo del receso parlamentario.
No obstante, el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, dijo en la tarde del jueves que podría pasar para agosto.
Pese a las divergencias internas en su base aliada, Temer se ha mostrado confiado en tener una mayoría suficiente para archivar el caso, que para avanzar hasta la corte suprema necesitará de una mayoría especial de dos tercios de los escaños (342 diputados).
El presidente fue acusado de recibir un soborno de 500.000 reales (150.000 dólares) de JBS, la mayor procesadora de carne del mundo, a través de un asesor al que la policía fotografió recibiendo una maleta con ese dinero antes de detenerlo. La Fiscalía afirma que ese monto estaba destinado a Temer, que lo ha negado categóricamente.
"Voto no a ese proceso injusto", dijo Carlos Marun, del PMDB de Temer, que lideró la batalla que dio la victoria al Palacio de Planalto.
Zveiter, del mismo partido, acusó al gobierno de "usar dinero público para que diputados voten por archivar el caso, concediendo presupuesto, fondos y cargos".
Si la causa llegara a la suprema corte y los 11 jueces de esa instancia dieran continuidad al proceso, Temer sería suspendido por hasta 180 días y Maia (del partido de derecha DEM) asumiría el cargo, abriendo un nuevo capítulo de la crisis que golpea al país tras la destitución de Dilma Rousseff (2010-2016) 14 meses atrás.
En caso de que Temer fuera declarado culpable, perdería su cargo y el Congreso debería elegir a su sucesor 30 días después. De lo contrario, retomaría su presidencia.
La Fiscalía estudia además presentar otras denuncias contra Temer por obstrucción a la justicia y asociación ilícita.
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Con información de AFP