La tasa de desempleo en Brasil disminuyó ligeramente en el trimestre finalizado en mayo en comparación con abril y se situó en el 13,3 % de la población activa, lo que equivale a 13,7 millones de personas, informó este viernes el Gobierno.
Según los datos presentados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la tasa de desempleo es inferior a la del trimestre finalizado en abril, cuando se situó en el 13,6 %, con 13,8 millones de desempleados.
En la comparación con mayo de 2016, sin embargo, la tasa de desempleo subió 2,1 puntos porcentuales (2,3 millones de personas más) y registró su mayor nivel desde 2012, cuando empezó a medirse trimestralmente.
Según el IBGE, se trata de la primera vez desde 2014 que el desempleo en Brasil cae dos meses seguidos. En abril, el desempleo había bajado un 0,1 % en relación a marzo.
La población ocupada se mantuvo estable en relación al trimestre finalizado en febrero, con 89,7 millones de personas, pero cayó un 1,3 % (1,2 millones de personas menos) en comparación con el mismo trimestre de 2016.
La caída del desempleo en abril y mayo coincide con la creación de puestos de trabajo en los primeros cinco meses del año, según los datos del Gobierno.
Entre enero y mayo, se crearon 48.543 puestos de trabajo formales en Brasil, el mejor resultado desde 2014 y que puso fin a 2 años seguidos de destrucción de empleo en el mismo período.
El nivel de desempleo refleja la profunda recesión que atraviesa Brasil, cuya economía se contrajo un 3,8 % en 2015, el peor resultado en 25 años, y un 3,6 % en 2016, encadenando así dos años consecutivos en números rojos por primera vez desde la década de 1930.
Los analistas del mercado financiero creen que el PIB brasileño saldrá del terreno negativo este año para crecer alrededor de un 0,39 % y mantienen su optimismo con vistas a 2018, cuando esperan que la economía se expanda un 2,10 %.
A pesar de los débiles indicadores macroeconómicos, el presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó recientemente que en el segundo semestre es "muy probable" que se haya "combatido radicalmente el desempleo" en el país.
El mandatario intenta atajar el paro con una reforma laboral que tramita en el Congreso y abrirá la puerta al abaratamiento de costes laborales, permitirá negociar convenios colectivos con valor de ley y dará un duro golpe financiero a los sindicatos al eliminar la contribución obligatoria que les asigna la actual legislación.
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