Joesley Batista, uno de los dueños del grupo JBS, que implicó al presidente de Brasil, Michel Temer, en un caso de corrupción, está ingresado en un hospital de San Pablo.
"Está hospitalizado pero el paciente pidió privacidad por lo que no podemos dar más información", manifestaron fuentes del Hospital Albert Einstein, donde se encuentra internado el empresario por causas no especificadas, aunque medios locales indican que podría tratarse de fuertes dolores en el nervio ciático.
Batista es una de las piezas clave en la crisis política e institucional destapada en mayo pasado y que amenaza con desalojar del poder a Temer, denunciado por la Fiscalía por un supuesto delito de corrupción pasiva en base a las revelaciones a la Justicia de directivos de la cárnica JBS.
Está hospitalizado pero el paciente pidió privacidad por lo que no podemos dar más información
En ese acuerdo de cooperación judicial, Batista, entre otros, acusó a Temer de recibir sobornos desde 2010 y aportó una explosiva y comprometedora grabación en la que el jefe de Estado escucha posibles delitos relatados por el magnate.
Además, confesaron haber pagado de forma irregular a 1.829 políticos de 28 partidos.
La denuncia contra Temer hace parte de una amplia investigación abierta en la Corte Suprema contra el gobernante brasileño por los supuestos delitos de corrupción pasiva, obstrucción a la Justicia y asociación ilícita, aunque de los dos últimos la Fiscalía aún no se ha pronunciado.
Por su parte, Wesley Batista, hermano de Joesley y que también cooperó con la Justicia, volvió este miércoles a la capital paulista tras un "viaje de trabajo de dos días" a Nueva York.
"Es el primer viaje del ejecutivo al exterior en los dos últimos meses", afirmaron fuentes de JBS en un comunicado.
El grupo JBS, uno de los mayores exportadores mundiales de carne, está necesitado de liquidez para saldar deudas y mantenerse en un mercado que le cerró el acceso a créditos por los múltiples escándalos de corrupción que lo salpican.
En este sentido, la compañía puso en marcha este mes un programa de venta de activos con el que espera recaudar 6.000 millones de reales (unos 1.820 millones de dólares).
En marzo pasado, JBS fue también objeto de la llamada operación "Carne Débil" ("Carne Fraca" en portugués), que destapó una mafia de productores que sobornaba a fiscales sanitarios para vender carnes en mal estado o adulteradas.
El conglomerado brasileño J&F, dueño de la multinacional JBS, pidió disculpas públicamente por los actos ilícitos cometidos por los que acordó con la Fiscalía pagar una multa de 10.300 millones de reales (unos 3.100 millones de dólares).
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