El peritaje de la Policía Federal de Brasil sobre el audio de la conversación entre el presidente Michel Temer y Joesley Batista, dueño del frigorífico JBS, y sobre los grabadores usados por el empresario apunta a que no hubo edición de contenido; no hubo manipulación en los diálogos.
La información fue confirmada a la cadena Globo por dos fuentes involucradas en la investigación. Ambos afirmaron que los expertos han encontrado sólo puntos de discontinuidad técnica, es decir, variaciones en la señal provocadas por cuestiones técnicas, sin signos de fraude o edición. El informe añade que las conversaciones de Joesley con el presidente tienen lógica y coherencia.
El reporte de la Policía Federal fue entregado al delegado del caso, que fue al Instituto Nacional de Criminalística para recibirlo. Al parecer será presentado el lunes ante el Supremo Tribunal Federal para que se adjunte a la investigación.
Fragmento de la conversación entre Batista y Temer
En mayo, el perito Ricardo Molina, contratado por los abogados de Michel Temer, divulgó un informe en el que afirmó que la grabación es "impresentable" como prueba y no sería aceptada en una "situación normal".
Para Ricardo Molina, el audio presentaba "innumerables discontinuidades, enmascaramientos por ruidos y largos trechos ininteligibles o de inteligibilidad dudosa".
Joesley Batista realizó una grabación oculta de una reunión celebrada el 7 de marzo con el presidente Temer en la residencia oficial, en Brasilia, y en el audio se escucha al empresario hablando sobre la compra del silencio del ex diputado Eduardo Cunha, bajo el aval de Temer, así como la coordinación de un esquema de pago de sobornos para recibir beneficios comerciales de una institución estatal.
Difundida en el marco de un acuerdo de delación premiada suscrito entre Batista y la justicia, la grabación y las declaraciones del empresario de la JBS dieron pie a la apertura de una causa contra Temer por corrupción pasiva y obstrucción a la justicia.
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