El presidente de Brasil, Michel Temer, sufrió este martes un duro revés, cuando su reforma de las leyes laborales -clave para su plan de austeridad- fue sorpresivamente rechazada en una comisión del Senado.
"Lo que importa es (la votación en) el Plenario. Allí el gobierno ganará", reaccionó Temer desde Moscú, donde participa de una gira internacional para captar inversiones que también lo llevará a Noruega.
Por 10 votos contra 9, la Comisión de Asuntos Sociales (CAS) del Senado rechazó el informe favorable a la reforma impulsada por el gobierno conservador, que pretende flexibilizar las normas que regulan el mercado de trabajo para estimular las contrataciones.
De acuerdo con un artículo del diario O Globo, la votación negativa repercutió casi inmediatamente en los mercados financieros. La bolsa intensificó su caída mientras que el dolar subió más aún ante el real brasileño.
(AI) Michel Temer destaca q o plenário do @SenadoFederal tem a última palavra sobre a modernização trabalhista. “O Brasil ganha no plenário” pic.twitter.com/lOyPTPpq8v
— Michel Temer (@MichelTemer) June 20, 2017
El proyecto de ley fue aprobado por la Cámara de Diputados en abril y debe pasar por otra comisión de la Cámara Alta antes de ser sometida al plenario de 81 senadores.
La derrota del proyecto en la CAS no impide que el proyecto siga adelante, pero preocupa al gobierno -y a los mercados, que apuestan por su éxito-, ya que tres senadores de la base del gobierno acabaron votando contra la reforma.
“Esa reforma es un caballo de Troya: bonito por fuera, pero adentro contiene una bomba que va a detonar la vida del pueblo brasileño”
"Esa reforma es un caballo de Troya: bonito por fuera, pero adentro contiene una bomba que va a detonar la vida del pueblo brasileño", afirmó el senador Paulo Paim (PT), cuyo voto contrario a la reforma acabó siendo acompañado por la mayoría de sus colegas en la comisión.
Una de las disposiciones del proyecto más criticadas estipula que los acuerdos de negociación colectiva entre trabajadores y patrones prevalecerán sobre la ley, dentro de los límites constitucionales.
Sus detractores afirman que la nueva legislación volvería más precarias las condiciones de empleo, mientras el gobierno asegura que busca "corregir distorsiones" en el mercado laboral y que no habrá retroceso de derechos.
Las reformas promercado son la principal bandera del gobierno de Michel Temer, que intenta mantenerse en pie en medio de acusaciones de corrupción contra el mandatario y varios de sus ministros.
Temer accedió al poder en 2016, cuando la izquierdista Dilma Rousseff fue destituida por el Congreso, acusada de manejar irregularmente las cuentas públicas.
El respaldo al Ejecutivo en el Parlamento ha menguado durante las últimas semanas, en parte por las dudas que generan algunas de las duras reformas propuestas por Temer, pero sobre todo por la delicada situación jurídica del mandatario.
Temer es objeto de una investigación en el Tribunal Supremo por los supuestos delitos de corrupción, obstrucción a la justicia y asociación ilícita, lo que ha llevado a toda la oposición y hasta a sectores de su propia base de apoyo a exigir su renuncia.
El gobernante se ha resistido a dimitir y sostiene que probará su inocencia, pero la investigación avanza y la Policía Federal entregó este lunes a la Corte Suprema un primer informe parcial, en el que consideró que hay fuertes "indicios" de que Temerincurrió por lo menos en el delito de corrupción pasiva.
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Con información de AFP y EFE