Los dueños del frigorífico JBS, eje del escándalo de corrupción que sacudió al presidente brasileño Michel Temer, tenían una cuenta en Suiza en la que depositaron dinero para costear ilegalmente las campañas de los ex presidentes Lula da Silva y Dilma Rousseff.
El diario Estado de San Pablo detalló que el banco suizo Julius Baer recibió depósitos millonarios de los empresarios brasileños cuyo destino era el pago de los gastos electorales de Lula y Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores.
"Banco suizo denuncia cuentas usadas por JBS en las campañas de Lula y Dilma", tituló Estado este viernes en su portal de noticias.
El corresponsal en Suiza escribió que "fuentes" financieras indicaron que las autoridades del banco Julius Baer sospecharon de los altos montos y de la legalidad de su origen.
Semanas atrás, en su delación premiada ante la Justicia, Batista dijo que había depositado unos USD 150 millones en cuentas externas destinados a Lula y Rousseff.
Lula y Rousseff, que ya responden en tribunales por diversos procesos, fueron acusados por directivos del gigante cárnico de facilitarles el acceso a multimillonarios créditos del banco de fomento estatal, pagados desde 2005.
Según esos testimonios, el intermediario de esas negociaciones era Guido Mantega, quien fue ministro de Hacienda en los gobiernos de Lula y Rousseff y que también ha sido acusado de ejercer ese mismo papel por la empresa Odebrecht, beneficiaria de contratos amañados con la estatal Petrobras.
De hecho, en uno de los tramos de la confesión, que tiene más de 2.000 páginas, Batista dijo a la Justicia que varias veces preguntó a Mantega si Lula y Dilma estaban al tanto de todas las negociaciones y que el ex ministro siempre lo confirmó.
La revelación del banco suizo podría enredar aún más la situación jurídica de Lula, quien ya tiene cinco causas penales vinculadas –en su mayoría– con hechos de corrupción asociados a la red de Petrobras, que salpica a decenas de políticos y empresarios.
Rousseff, por su parte, es objeto de un proceso penal por unos supuestos intentos de obstaculizar la acción de la Justicia en casos relacionados con la misma trama corrupta en la petrolera estatal.
Los ex presidentes participaron ayer en la apertura del Congreso del Partido de los Trabajadores que se realizaba en Brasilia. En el evento, Lula expresó duras críticas a la causa Lava Jato, a cargo de las investigaciones de corrupción iniciadas hace tres años y que el mes pasado recibieron la delación de Batista.
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