El senador Renán Calheiros, quien ha pedido la renuncia del presidente brasileño, Michel Temer, debido a las serias sospechas de corrupción en su contra, fue ratificado este martes como jefe del grupo del partido del mandatario en la Cámara Alta.
Calheiros, quien además de pedir abiertamente la renuncia del presidente, se ha plantado contra algunas de las reformas que impulsa el Gobierno, seguirá en el Senado al frente del grupo del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera Temer, según acordó la propia formación.
Según fuentes del PMDB, el propio Gobierno había sugerido a los senadores de ese partido que despojaran a Calheiros de esa posición, pero en una reunión realizada los parlamentarios no siguieron las sugerencias del ejecutivo.
"Nadie tuvo coraje como para sacarlo", dijo a periodistas el senador Roberto Requião, quien forma parte de las alas díscolas del PMDB y también afirma que Temer debería hacerse a un lado y entregar el cargo.
La decisión fortalece tanto a Calheiros como a los sectores de esa formación y de todo el arco oficialista que se han sumado a la oposición para exigir la renuncia de Temer.
El mandatario es sospechoso de haber incurrido en los presuntos delitos de corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y asociación ilícita, por lo que la Corte Suprema ha iniciado una investigación en su contra.
En el marco de ese trámite, el Supremo autorizó este martes a la Policía Federal someter al mandatario al respectivo interrogatorio, que podrá ser realizado por escrito y respondido por Temer de la misma forma, aunque en ese caso en un plazo de 24 horas.
El tribunal no fijó una fecha para ese interrogatorio, que estará centrado sobre todo en unos explosivos audios entregados al tribunal por Joesley Batista, dueño de la empresa JBS y quien ha firmado un acuerdo de cooperación sobre asuntos de corrupción.
Ese audio fue grabado por el propio Batista en una reunión que tuvo con Temer en la residencia oficial de la Presidencia, que ha sido admitida por el mandatario, aunque este niega que lo tratado pueda incriminarlo en algún hecho ilícito.
No obstante, en la conversación Batista relata diversas maniobras ilegales que realizaba en favor de su empresa tanto en el poder judicial como con algunos ministros, frente al silencio de Temer, que por momentos hasta llega a consentir con lo que escucha.
Batista y otros directivos de JBS, investigados en el marco de la trama corrupta que operó en la estatal Petrobras, también confesaron que sobornan al actual presidente desde 2010 a cambio de "favores" realizados desde el poder, y que en los últimos años financiaron en forma ilegal la actividad de 1.829 políticos de 28 partidos.
Con información de EFE
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