El nuevo ministro de Justicia de Brasil, Torquato Jardim, conocido crítico de la investigación Lava Jato, manifestó sus reparos a la investigación abierta contra el presidente Michel Temer, con quien mantiene una larga amistad, y pidió prudencia mientras dure el proceso para determinar las pruebas del caso.
El nuevo titular de la cartera, que estará encargado de supervisar a la Policía Federal brasileña (que lidera las investigaciones de corrupción junto a los fiscales federales), cuestionó la validez del audio que causó un escándalo político en Brasil, al mostrar un supuesto aval de Temer para el pago de un soborno, lo que significó la apertura de una investigación por supuesta corrupción pasiva, obstrucción a la Justicia y asociación ilícita.
Según explicó en entrevista al periódico Estadão publicada este lunes, o el empresario Joesley Batista no tenía autorización judicial para grabar la reunión con el presidente y es, por consiguiente, una prueba sin validez legal, o tenía autorización de un miembro ajeno al Supremo Tribunal, lo que representaría una irregularidad.
Además, subrayó que es necesario esperar el resultado de las pericias oficiales a la grabación (por las versiones que aseguran que fue editada), antes de emitir un comentario sobre su contenido.
Jardim también comentó que "no le parece extraño" que el mandatario reciba a altas horas de la noche a un empresario investigado, al asegurar que forma parte de la "cultura parlamentaria". Según explicó, la jornada laboral de un legislador suele comenzar al mediodía y finalizar de madrugada.
Consultado acerca de si Temer está preocupado por la situación, el nuevo ministro, amigo cercano del presidente desde hace tres décadas, ofreció una respuesta enigmática, con un gesto de silencio: "Lo personal es personal". Con tono optimista, aseguró que el presidente finalizará su mandato.
A su vez, en entrevista con Folha do Sao Paulo, Jardim indicó que la crisis que atraviesa Brasil es sólo económica. "La crisis no es política. Los medios la transformaron en una crisis política, pero es económica", señaló. El mandatario espera aprobar en el Parlamento una serie de medidas impopulares de austeridad, objetivo difícil ante la pérdida de aliados.
En la conversación, el ministro repasó las críticas que ha realizado a la investigación Lava Jato, tales como las prisiones preventivas contra los involucrados.
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