El presidente de Brasil, Michel Temer, revocó el decreto que autorizaba la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles del Distrito Federal, luego de recibir numerosas críticas por el despliegue militar que buscaba sofocar las manifestaciones opositoras.
La medida, firmada el miércoles e inicialmente pensada para estar vigente por una semana, duró finalmente un día. "Considerando la cesación de los actos de violencia y el consecuente restablecimiento de la Ley y el Orden en el Distrito Federal", el presidente firmó el nuevo decreto que elimina el vigor del anterior.
Menos de 24 horas depois, Temer decide tirar Exército das ruas de Brasília. pic.twitter.com/jvteJYWkos
— Basilia Rodrigues (@Basiliarodri) May 25, 2017
La polémica medida que sacó a las calles del Distrito Federal 1.300 militares del Ejército y 200 fusileros navales fue criticada por la oposición y por algunos juristas.
El resultado de las manifestaciones fue de al menos 49 heridos y 7 detenidos, y aunque originalmente fueron convocadas para protestar contra las reformas económicas emprendidas por el Ejecutivo, ante el último escándalo también se sumó la consigna "Fuera Temer".
Las concentraciones se desarrollaron de manera pacífica hasta que llegaron al Congreso, donde comenzaron una serie de incidentes violentos que posteriormente se expandieron a lo largo de la avenida en la que se concentran los ministerios, siendo algunos de ellos atacados.
Minutos antes de la reunión de Temer con su equipo, la medida había sido defendida. "Creo que fue un gran acierto. Lo que estábamos viendo allí era un gran pérdida de control progresiva. Teníamos incendios en edificios, trabajadores acorralados dentro de esos edificios, la situación se estaba saliendo de control, no sé donde iba a parar", afirmó Raul Jungmann, titular de la cartera de Defensa, en una entrevista en la emisora CBN.
"No recuerdo haber visto algo así ni en el período de la dictadura militar", dijo por su parte la noche del miércoles el diputado Carlos Zarattini, del Partido de los Trabajadores.
En la misma línea, pero en un tono más moderado, se posicionó el senador Tasso Jereissati, del PSDB, principal fuerza aliada a Temer. "Para quienes vivimos la dictadura, la presencia militar es siempre una cosa que nos asusta", dijo el legislador, uno de los nombres citados para una eventual sucesión.
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