El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pidió este sábado la salida del actual mandatario del país, Michel Temer, tras su implicación en un escándalo de corrupción y solicitó la celebración de elecciones directas en el país.
"Lo que queremos es la elección directa. Queremos que Temer salga ya. Podemos hasta perder, pero que sea en un proceso democrático", afirmó Lula en un encuentro del Partido de los Trabajadores (PT) en la localidad de Sao Bernardo do Campo, en Sao Paulo.
Lula se pronunció por primera vez después de las acusaciones realizadas por un empresario contra Michel Temer y que también le salpican directamente, junto a la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff, destituida el pasado 31 de agosto.
De acuerdo con una confesión realizada por los directivos del grupo JBS, la empresa pagó sobornos a Temer desde 2010 y, desde el año 2005, distribuyó entre Lula y Rousseff la suma de 150 millones de dólares, siempre por los favores realizados desde sus posiciones de poder.
Lula, imputado en cinco causas penales, la mayoría de ellas por corrupción, no citó las denuncias que pesan en su contra y volvió a dejar en abierto su candidatura para las elecciones presidenciales previstas para 2018.
"Mi candidatura dependerá de muchas cosas, pero Dios quiera que (la cadena de televisión) Globo defina ya a su candidato", afirmó.
"Hay tanta persecución, tanta acusación que aparece todo el día, que me entran ganas de ser presidente", reiteró Lula, quien convocó a la militancia para la manifestación prevista este domingo en Brasil para pedir la celebración de elecciones directas la Presidencia.
De acuerdo con la Constitución, en caso de que Temer renuncie al cargo -como pide la oposición- o de que sea destituido por el Congreso o por la Justicia, su sucesor será escogido en una elección indirecta por los miembros del Parlamento.
La oposición defendía desde hacía varias semanas una enmienda para que el Congreso pueda convocar a elecciones directas en caso de que la Presidencia quede vacante y la iniciativa ganó impulso esta semana, hasta el punto de entrar en la pauta de votaciones, con el escándalo que salpicó directamente a Temer.
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