El frigorífico JBS rechazó pagar los casi 3.400 millones de dólares solicitados por la Fiscalía brasileña para cerrar un acuerdo con la Justicia

El pacto fue negociado luego de que el grupo empresarial confesara su implicación en un gigantesco escándalo de corrupción que salpicó al presidente de Brasil, Michel Temer

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Una de las sedes del
Una de las sedes del frigorífico JBS (AFP)

El grupo J&F, controlador de la empresa JBS, rechazó pagar el monto solicitado por la Fiscalía brasileña para cerrar un acuerdo de lenidad, el cual fue negociado tras confesar su implicación en un gigantesco escándalo de corrupción que salpica al presidente de Brasil, Michel Temer.

La Fiscalía había solicitado el pago en diez años de 11.000 millones de reales (unos 3.384 millones de dólares), equivalente al 5,8 % de la facturación obtenida por el grupo en 2016, pero la defensa de J&F tan sólo ofreció 1.000 millones de reales (unos 307 millones de dólares).

A diferencia de un acuerdo de "delación premiada", que se refiere a un pacto entre la Justicia y un imputado a título personal, el acuerdo de lenidad se alcanza entre las autoridades y una empresa que decide colaborar con las investigaciones.

Para alcanzar este tipo de acuerdo es preciso que la empresa reconozca su participación en actos ilícitos, pague por los prejuicios causados y colabore con la investigación.

Michel Temer, presidente de Brasil
Michel Temer, presidente de Brasil

El acuerdo de lenidad entre J&F y la Fiscalía fracasó, al menos de momento, pero los dueños del grupo, los hermanos Joesley y Wesley Batista, ya confesaron ante la Justicia los detalles de la trama a cambio de rebajas en sus posibles condenas.

La delación realizada por los Batista ha salpicado a 1.800 políticos de todo el arco partidario y ha puesto contra las cuerdas al presidente Michel Temer, quien se encuentra en el poder desde la destitución de Dilma Rousseff, el pasado 31 de agosto.

Joesley desmenuzó los supuestos sobornos ofrecidos al presidente y entregó a las autoridades una grabación en la que, según la Fiscalía, Temer le dio el aval para comprar el silencio de un diputado preso por corrupción.

Joesley Batista, dueño de JBS,
Joesley Batista, dueño de JBS, el hombre que desató el escándalo al grabar una conversación con el presidente Michel Temer

Acorralados por denuncias, los hermanos Batista planificaron su jugada: se anticiparon a un posible pedido de prisión, buscaron a las autoridades por cuenta propia y les entregaron la lista de políticos a los que entregaron coimas durante años.

Conscientes del impacto que su delación tendría en los mercados, los empresarios habrían comprado una importante cantidad de dólares la víspera del escándalo, sabiendo que el real brasileño se desplomaría con la crisis.

La Comisión de Valores Mobiliarios (CVM), el órgano fiscalizador del mercado, ha abierto cinco investigaciones contra JBS, entre ellas la compra de dólares, con la cual se lucraron.

En un comunicado enviado al mercado la noche del viernes, JBS afirmó que "los movimientos realizados en los últimos días están alineados a su política de gestión de riesgos y protección financiera".

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