Rodrigo Rocha Loures es un hombre de extrema confianza de Michel Temer. Tan cercano que, además de asesor especial de la presidencia, fue quien el mandatario brasileño recomendó para "resolver" un problema al dueño del frigorífico JBS, Joesley Batista.
Batista le planteó -en una conversación privada grabada por el empresario con permiso judicial- a Temer que tenía un problema con el Consejo Administrativo de Defensa Económica, una dependencia oficial que le estaba generando ciertos inconvenientes. El presidente, entonces, le dijo que hablara con "Rodrigo".
—¿Puedo hablar todo con Rodrigo?
—Todo.
Ése fue parte de un extenso diálogo que mantuvieron el 7 de marzo pasado y que está en poder de la Justicia brasileña. Ambos habían acordado resolver una disputa que una de las empresas del holding tenía con el precio de gas. Por el "favor", el soborno se elevaría a 400 millones de reales. El primer pago, de 500.000 reales, sería dado por Ricardo Saud –ejecutivo de JBS– a Rocha Loures en una vivienda de San Pablo. También quedó registrado para la Procuraduría General de la Nación, quien autorizó las escuchas y los videos.
Pero Rocha Loures no era simplemente un diputado del PMDB-PR con conexiones con la presidencia. Hasta principios de marzo era asesor especial de Temer, antes, jefe de Relaciones Institucionales de la vicepresidencia.
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