La Corte Suprema de Brasil decidió este martes, por tres votos a dos, liberar a José Dirceu, jefe de gabinete del ex presidente Lula da Silva, condenado por corrupción en el caso Lava Jato sobre sobornos en Petrobras.
Dirceu, un ex guerrillero de 71 años, fue detenido en agosto de 2015 y condenado en mayo de 2016 en primera instancia a más de 32 años de cárcel por corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación para delinquir.
El tribunal acogió un pedido de habeas corpus presentado por la defensa de Dirceu y consideró que la prisión efectiva solo podía materializarse después de una condena en segunda instancia.
La decisión de los magistrados del máximo tribunal es vista como una derrota para los fiscales del caso Lava Jato, que por la mañana habían presentado una nueva denuncia contra el otrora todopoderoso ministro.
La Fiscalía brasileña había presentado este martes por la mañana la tercera denuncia por corrupción contra el ex ministro brasileño José Dirceu. De acuerdo con la denuncia, el ex ministro de Presidencia, que llegó a ser la mano derecha del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, recibió 2,4 millones de reales (unos 750.000 dólares) entre 2011 y 2014 de las empresas Engevix y UTC, a partir de contratos firmados con la petrolera estatal Petrobras.
El dinero, según la Fiscalía, fue utilizado, en gran parte, para costear servicios de asesoría de prensa e imagen durante el juicio del Mensalao (gran mesada), una red de corrupción ocurrida durante el primer gobierno de Lula que repartió sobornos periódicos a diputados para comprar apoyo político en el Congreso.
El fiscal Deltan Dallagnol explicó que la denuncia fue anticipada con el fin de que la Corte Suprema la tuviera en cuenta a la hora de juzgar el pedido de habeas corpus para Dirceu, quien ya ha sido condenado a más de 30 años de prisión, con penas sumadas, por su participación en la trama corrupta de Petrobras.
Para Dallagnol, la libertad de Dirceu "supone un riesgo para la sociedad" debido a la "gravedad de los crímenes, la reiteración delictiva" y su "influencia en el ambiente político y partidario".
Asimismo, la Fiscalía insistió en que Direcu recibió sobornos "antes, durante y después" del juicio del Mensalao, por el que también fue condenado, lo que demuestra la sensación de "impunidad" de los políticos. "La impunidad en el país es tan grande que, en el Mensalao, el ex jefe de Casa Civil creía que su responsabilidad criminal por corrupción sería como un rayo que no puede caer dos veces en su casa", resaltó el fiscal Roberson Pozzbon, citado en un comunicado.
Protestas por la decisión de la Corte
El fallo desencadenó una ola de indignación en las redes sociales, y en particular en movimientos que en 2015 se movilizaron en nombre de la lucha contra la corrupción contra la mandataria de izquierda Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores, PT), destituida el año pasado por el Congreso y cuyo lugar ocupó su vice, el discutido Michel Temer.
"Estamos enfurecidos (…). Vergüenza para la justicia brasileña", afirmó una militante en un video colgado del sitio del movimiento ciudadano Vem Pra Rua (VPR, "Ven a la calle").
Con información de AFP y EFE
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