El proyecto de reelección presidencial en Paraguay, origen de violentas protestas a finales de marzo y de la mayor crisis del Gobierno de Horacio Cartes, fue rechazado este miércoles por la Cámara de Diputados, en una votación cuyo resultado fue celebrado por cientos de personas en el exterior del Congreso.
El proyecto, destinado a facultar por la vía de la enmienda constitucional un segundo mandato presidencial, fue archivado con el voto de 78 legisladores y una abstención, tras un tratamiento que se extendió por unas tres horas.
La votación estuvo precedida de intervenciones por parte de algunos diputados del Partido Colorado, mayoría en la Cámara baja, y propulsor de ese proyecto, que llegó debilitado tras el anuncio la semana pasada de Cartes de que no se presentará en "ningún caso" a una reelección en 2018.
En ese sentido, varios de esos legisladores anticiparon en el debate su rechazo al proyecto por razones políticas y para consolidar la paz tras los graves hechos del 31 de marzo, cuando grupos de manifestantes incendiaron parte del edificio del Congreso.
La violencia se extendió horas después con enfrentamientos con la Policía en el centro de Asunción y el allanamiento policial a la sede del Partido Liberal, el mayor de la oposición, con el resultado de un militante muerto, presuntamente por el disparo de un agente.
Finalizada la votación, el presidente de Diputados, el oficialista Hugo Velázquez, declaró que el resultado de la misma "no es una derrota" sino un final que estaba previsto tras la decisión de Cartes de la semana pasada.
"Yo creo que fue la motivación del presidente de la República de evitar la crispación, que vuelva la tranquilidad en la ciudadanía y creo que a partir de ahora todos vamos a poder estar un poco más tranquilos", dijo Velázquez
Sin embargo, el diputado liberal Víctor Ríos dijo que ese proyecto nunca debió de haber sido tratado en la Cámara baja y añadió que su rechazo estuvo motivado por la reacción de la ciudadanía.
"Perdieron el debate político porque violaron la Constitución Nacional", dijo Ríos antes de la votación.
El proyecto fue aprobado el 31 de marzo por un grupo de 25 senadores en una discutida votación que se celebró en la oficina parlamentaria del Frente Guasú, del ex presidente Fernando Lugo, formación que apoyó al oficialismo en su redacción.
Aquella votación se produjo a puerta cerrada, sin la presencia del resto de senadores y sin el presidente de la Cámara baja, el liberal Roberto Acevedo, que antes había establecido su tratamiento para dos días después.
Los senadores derivaron luego el proyecto a la Cámara de Diputados, pero Velázquez pospuso su tratamiento debido a la violencia que se desató en los alrededores del Congreso.
Tras la votación de este miércoles en Diputados, centenares de personas congregadas en torno a una pantalla gigante en la Plaza de Armas, frente al Congreso, donde siguieron la sesión, festejaron el resultado como "una victoria del pueblo".
Entre ellas estaba el presidente del Partido Liberal, Efraín Alegre, quien dijo a los reunidos que el proyecto fue archivado por la movilización de los paraguayos.
"Esto es un triunfo del pueblo paraguayo que le dice a los políticos 'si ustedes nos dan la espalda nosotros vamos a salir a ponerles la frente'".
Alegre llamó además la atención sobre el hecho de que el proyecto fuera rechazado por una cámara donde en un principio contaba con la aprobación de una mayoría.
"¿Por qué no aprobó la enmienda (la Cámara baja) si tenía mayoría? Porque el pueblo paraguayo salió a la calle (..) Este pueblo nos dice 'dictadura nunca más en el Paraguay'", agregó Alegre.
El Partido Liberal fue la principal fuerza política que se opuso al proyecto, al considerar que es anticonstitucional y que la única vía para la reelección presidencial es la reforma constitucional.
Tras el rechazo del proyecto en Diputados, se abre de lleno la carrera electoral para abril de 2018, en la que los colorados deberán elegir un candidato en las internas partidarias de diciembre.
El rechazo de la enmienda siembra de incertidumbre las probabilidades en esas elecciones para el Frente Guasú, que mantienen que Lugo, destituido en 2012 en un juicio parlamentario, no está legalmente desautorizado para presentarse como candidato presidencial, pese a que la Constitución prohíbe la reelección en cualquier caso.
(Con información de EFE)
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