La Policía Federal de Brasil denunció a 63 personas por su supuesta implicación en el escándalo de la carne adulterada que provocó en marzo pasado una crisis en el mercado internacional con la imposición de diferentes restricciones a la importación de ese producto.
Los acusados responderán por delitos de tráfico de influencias, corrupción, empleo de proceso prohibido o de sustancias no permitidas, falsedad, organización criminal, malversación, entre otros, señaló la Policía.
Las denuncias fueron firmadas por el comisario Mauricio Moscardi Grillo y ahora le corresponderá a la Fiscalía manifestarse sobre el asunto en un plazo de cinco días.
"Los delitos cometidos por tales organizaciones afectan directamente a la salud pública por la omisión de aquellos que deberían fiscalizar y por los intereses creados de empresas que comercializan productos alimenticios en desacuerdo con las normas", apuntó el comisario en su escrito.
La conocida como Operación carne podrida se inició el 17 de marzo y salpicó a importantes empresas del sector, como JBS, una de las mayores exportadoras cárnicas del mundo, y BRF, y puso bajo sospecha a 21 plantas de esas y otras compañías a las que se suspendió temporalmente las licencias de exportación.
El escándalo surgió a raíz del descubrimiento de una mafia de productores que sobornaban a inspectores sanitarios para vender carnes en mal estado o adulteradas con productos químicos, algo que para la Policía puso "en riesgo la salud de los consumidores y sólo buscó aumentar los beneficios" de los empresarios.
La Policía también indicó que fue posible verificar que muchos de los funcionarios corruptos se valían de sus familiares para lavar el dinero que recibían de los empresarios implicados al poseer un patrimonio incompatible con sus rentas.
La operación generó una crisis internacional, razón por la cual una veintena de países dispuso distintas restricciones a las carnes de Brasil.
En la mayoría de los casos, los embargos se limitaron a las 21 plantas cárnicas investigadas, aunque muchos de esos países, entre los que se encuentran algunos de los clientes más importantes de Brasil como Hong Kong, China, Chile o Egipto, ya levantaron dichas medidas.
No obstante, el ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, efectuará una gira en mayo por China, Hong Kong, Emiratos Árabes, Arabia Saudita y Europa para "intensificar las negociaciones con los importadores de carne brasileña".
Brasil es el mayor exportador mundial de carnes bovinas y de pollo y el cuarto en el apartado de la de cerdo, y según cálculos del propio Gobierno el escándalo puede costarle el 10% de su mercado externo y pérdidas cercanas a 1.500 millones de dólares anuales.
(Con información de EFE)
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