El agente, de 29 años, estaba sentado en el asiento del acompañante de su auto. Vestido de civil, acabada de salir de un concierto en el Teatro Gloria de Vitoria, estado de Espírito Santo.
Estaba distraído, intercambiando mensajes de texto con sus amigos, cuando un delincuente lo sorprendió. Lo apuntó con lo que parecía ser una pistola y lo obligó a salir del vehículo.
En todo momento, el policía militar simuló cooperar. Sin embargo, ni bien el ladrón se sentó en el asiento del conductor, sacó su arma y le disparó. Lo mató en el acto.
Posteriormente, declaró que decidió disparar sólo porque el criminal había amenazado con matarlo, algo que las imágenes de video parecen desmentir. Por otro lado, la Policía informó que la pistola que tenía el delincuente era de mentira.
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