"Lo mejor es someterse a una pequeña cirugía que es urgente", dijo Evo Morales ante una platea de cocaleros el martes pasado. Las palabras elegidas buscaban "balancear" la novedad. La cirugía es "pequeña" (quiso decir: "Estoy bien") pero también es "urgente" así que… ¿cuán bien está Evo Morales?
Con su salud, los bolivianos están sujetos a un ejercicio constante de "balanceo discursivo". Desde que se conoció el primer diagnóstico hasta la actualidad, las noticias del mandatario llegan con un 50% de optimismo y un 50% de pesimismo.
Pero, cómo un pequeño dolor en la garganta derivó en este escenario de hermetismo total y -para sumarle suspicacias- en Cuba.
Evo Morales informó de su afección recién cuando debió "viajar de urgencia" a Cuba. Lo comunicó el 2 de marzo a través del ministro de la Presidencia, René Martínez.
En esa primera comunicación el mandatario había viajado para someterse a un "chequeo médico general" y por "un dolor en la garganta que se le complicó". Así, el mandatario se metía en la "caja de seguridad" que ofrece la isla. Morales decidió que el mejor lugar para tratarse era Cuba, el mismo lugar donde se internó su amigo Hugo Chávez. Allí, donde el venezolano se recluyó sin dar información certera sobre su estado hasta el día que falleció, el 5 de marzo de 2013.
En cinco días todo cambió. El primer diagnóstico fue disfonía. Esa disfonía mutó luego en una "fuerte dolor de garganta". Pero esa afección, aparentemente normal, resultó ser más complicada. Según el propio Morales, "cinco médicos bolivianos" lo trataron y "no pudieron curarlo" por eso fue a Cuba.
Y a las pocas horas la carraspera se transformó en una "tumoración benigna en la laringe". Eso es lo que informó su ministra de Salud, Ariana Campero, en declaraciones logradas a regañadientes el 7 de marzo pasado. Del 2 al 7 las cosas cambiaron. El 2, Evo Morales estaba afónico. El 7, tenía un tumoración y difundían fotos suyas en pijama en un hospital cubano.
El 2 de marzo, Evo Morales estaba afónico. El 7, tenía un tumoración y difundían fotos suyas en pijama en un hospital cubano.
La polémica creció al punto de que los presidentes del Colegio Médico de Bolivia, Anibal Cruz, y de La Paz, Luis Larrea, reclamaron más información. Aseguraron que cualquiera de las dolencias informadas podía tratarse en territorio boliviano. Sus dichos hicieron estallar a la ministra Campero que los acusó de hacer "politiquería" con la salud del presidente.
"Lo correcto hubiese sido que se informara todo sobre la salud del presidente", aseguró Larrea en diálogo con Infobae. El presidente del colegio de Médicos de La Paz aseguró que el país cuenta con los mejores profesionales para atenderlo. "Los especialistas en laringe del país están capacitados", aseguró y adelantó que espera conocer los detalles del estado de salud del mandatario una vez que atraviese la cirugía.
"El presidente puede elegir a su médico y eligió al de Cuba", dijo. "Aquí tiene a su disposición a todos los otorrinolaringólogos del país para atenderlo luego de la operación, si no tendrá que hacer sus controles en Cuba", declaró Larrea con un dejo de ironía.
El doctor detalló que Morales tiene nódulos en las cuerdas vocales, esa es la explicación llana del diagnóstico "tumoración benigna en la laringe".
La cirugía estaba programada inicialmente para abril, pero se adelantó para ayer. Y de nuevo el famoso "balanceo discursivo": los tiempos se abreviaron porque es "urgente" y porque "tuvo una recuperación positiva de otras patologías virales". Traducción: está mucho mejor pero es urgente operarlo.
El debate es mundial, no solo boliviano. Cuánto debe saber un pueblo sobre la salud de su presidente. Hay quienes piensan que todo.
Ejemplos
En octubre del 2012 el presidente colombiano Juan Manuel Santos anunció que le había sido detectado un tumor canceroso maligno en la próstata y días después fue operado. Sobre su salud siempre hablaron los médicos que lo trataron con partes detallados. El médico que lo operó se llama Felipe Gómez y la intervención se realizó en la Fundación Santa Fe, en Bogotá.
El martes 27 de diciembre de 2011 el entonces Secretario de Comunicación Pública argentino, Alfredo Scoccimarro, informaba que la mandataria Cristina Kirchner sería intervenida para extirparle "un carcinoma papilar en el lóbulo derecho de la glándula tiroides". Luego de la intervención, el diagnóstico fue finalmente desechado. Kirchner fue operada en el Hospital Universitario Austral y el cirujano fue Pedro Saco. Para evitar suspicacias- el gobierno kirchnerista solía ser acusado de ocultar información- la mandataria mostró la cicatriz de su operación en el acto público en la Casa Rosada con el que retomó su agenda.
El de Santos y el de Fernández de Kirchner son sólo dos de los casos regionales donde la información se difundió. Pero no los únicos: Fernando Lugo fue tratado por un cáncer linfático mientras ejercía como presidente de Paraguay en 2010. Fue tratado en el hospital Sirio Libanés de Sao Paulo, uno de los más prestigiosos de la región, con partes médicos periódicos y detallados.
En esa misma clínica se trató Dilma Rouseff antes de ser presidente, mientras era ministra de Lula y allí siguió asistiendo para controles durante su mandato. Siempre con partes médicos detallados sobre su estado.
En el Sirio Libanés también se trató Lula de un cáncer en la garganta cuando ya era ex presidente. En su caso, se repitió el procedimiento: los partes médicos fueron periódicos y públicos.
Santos, Fernández de Kirchner, Lula, Lugo, Rousseff… ¿todos ellos comunicaron la verdad absoluta de la patología que los aquejaba? No lo sabemos, pero dejaron menos dudas que Evo.
Es que en este punto, las comparaciones se vuelven inevitables. Como con Hugo Chávez, de la salud de Evo sólo hablan él y algunos de sus ministros. Desde que se conoció su afección nunca habló el médico que lo trata. No habló, pero tampoco firmó ningún comunicado. De hecho, se supone que fue operado ayer pero hasta ahora no hay ninguna información precisa sobre la intervención.
Y -de nuevo- entra el factor Cuba, donde no hay prensa libre, donde nadie se puede acercar al hospital donde lo tratan, el militar Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (el nombre del lugar se conoce pero oficialmente no se informó). Quién operó a Morales, dónde, cuándo. La ministra Campero responde vagamente a esos interrogantes: ¿quién? "médicos cubanos"; ¿dónde? "en Cuba"; ¿cuándo? "posiblemente el viernes (por ayer)".
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